Algunos inspectores municipales de Bromatología y Abastecimiento no se han enterado que la mayoría de los supermercados chinos han puestos cámaras de seguridad que filman todo durante el horario de atención al público.
Hace unos días, en el supermercado chino ubicado en Edison al 2600 de la localidad matancera de Isidro Casanova, dos inspectores municipales fueron filmados in fraganti mientras realizaban un procedimiento de control.
Uno de los inspectores pertenece al área de abastecimiento y el otro es la División de saneamiento de la Dirección Municipal de Bromatología.
En varias oportunidades, esta pareja de funcionarios municipales fueron denunciados pero al no existir pruebas, las mismas quedaron archivadas y olvidadas.
Hay que reconocer que los “honestos inspectores” no solicitaban la acostumbrada “coima” para hacer la vista gorda sobre alguna irregularidad detectada en el comercio, simplemente labraban un acta de comiso (aunque podría ser de decomiso, dado que ambas palabras son sinónimos pero el decomiso es preventivo y el comiso implica una sanción) trucha y procedían a llevarse mercadería. Pero, no se llevaban cualquier tipo de mercadería, arrasaban con las bebidas alcohólicas del establecimiento.
En algunos lugares han llegado a llevarse hasta dos changuitos bien cargados. En el acta figuraban que se llevaban la mercadería por infracción a la ley, nadie sabe cuál (porque la copia que dejan en el comercio es ilegible) o en su defecto, por estar vencidas. Si no me equivoco, las bebidas alcohólicas no tienen fecha de vencimiento.
Siguiendo la pista de los intrépidos inspectores llegamos a la vinatería ubicada en la calle Ignacio Arieta al 2700, de San Justo, dónde los “honestos funcionarios municipales que no piden coimas” tienen fundados intereses comerciales; es decir, son los dueños del establecimiento, más allá de que figure a otro nombre.
Es más, por la tarde, entre las 17 a 19 horas, se puede ver al inspector dependiente de la Dirección de Bromatología atendiendo al público.
Según comentarios de varios asiduos concurrentes, los precios de las bebidas alcohólicas son bastantes competitivos.
La filmación antes mencionada, muestra a estos dos esforzados trabajadores municipales cargando dos changuitos de bebidas alcohólicas y al darse cuenta de que están siendo filmados, dejan el changuito cargado de lado, destruyen el acta labrada momentos antes y elaboran otra acta, totalmente diferente, con otra numeración y proceden a secuestrar 27 productos de diferentes tipos de mercaderías. Se llevan entre elllos, un paquete de fideos que esta roto, una lata de tomate abollada y un yogurt con fecha de vencimiento del mismo día.
Diario NCO
RMT aclara
La historia continuará con abonados en el área de Bromateología, el sopapo de Susana Firulete, un tercer inspector que también concurrió al mismo supermercado y la posterior intervención del Flauta Politi...