El presidente de la APDH local se presentará nuevamente para ocupar el cargo de Defensor del Pueblo de La Matanza. Pidió que el Municipio realice una importante difusión del tema para que la ciudadanía tome conocimiento y pueda participar.
Pablo Pimentel. Presidente de la APDH La Matanza |
Pablo Pimentel recibió a S!C en su casa de la localidad de Ciudad Evita y anunció que irá por la Defensoría del Pueblo local con el apoyo de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Matanza (APDH). “Desde la APDH tenemos total independencia”, sostiene Pimentel y reconoce que “eso, a mucha gente que tiene intereses, no le gusta”.
Asimismo, confía que en la APDH “tenemos claro que, con el marco político actual, nuestra candidatura será testimonial, para aportar a la discusión y mejorar la calidad”. Y más aun, Pimentel sostiene que “cuando me elijan a mí como defensor es porque tendremos un Gobierno totalmente revolucionario”.
Pablo Pimentel cuestiona la escasa difusión que ofrece el Municipio al pueblo de La Matanza sobre cómo participar de la elección, sobre los requisitos y los casi nulos mecanismos de motivación para lograr la participación masiva de la ciudadanía. “Tiene que haber una difusión clara, concisa y amplia”, sostiene el candidato a ombudsman y exige que se pongan afiches para dar a conocer el proceso eleccionario de la Defensoría del Pueblo. “Cuando el Municipio quiere difundir algo se entera todo el mundo”, cuestiona. Asimismo, Pimentel esgrime que “cualquiera se puede presentar, pero se tiene que enterar”.
Críticas y propuestas
El presidente de la APDH analizó el actual funcionamiento de la Defensoría del Pueblo y se refirió a que la misma se encuadra dentro de un círculo acotado por la presentación de pedidos de informe y, en relación a los mismos, Pimentel agrega que “de acuerdo a quien se pida los informes, no se profundiza”.
Además, el reiterado candidato se refirió a ciertos casos que “ameritaban una investigación”. Entre los temas relevantes, Pimentel expresa su preocupación ante los hechos ocurridos en Ramos Mejía a raíz de la construcción de edificios, “donde se cometieron hechos de gravedad institucional”.
También hizo referencia a la desaparición de Luciano Arruga y los escándalos acontecidos recientemente en el área de Control Comunal.
Asimismo, Pimentel reconoce que “a la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Matanza llegan muchos reclamos que primero son recibidos en la Defensoría”, y asegura que “eso demuestra una limitación” en ese área municipal.
A su vez, criticó que desde la Defensoría no se llamó al resto de los sectores que tenían intención de ocupar ese lugar para trabajar en conjunto, una vez realizadas las elecciones. “Hoy es algo muy cerrado, hoy es una trinchera política de un partido que se había quedado sin representación”, asegura.
Por otro lado, en cuanto a sus propuestas para la Defensoría, Pimentel comenta que desde la APDH están trabajando en el programa de gestión que tendrá como base los presentados anteriormente en las candidaturas de 2004 y 2008.
Propone una descentralización del área municipal en cuestión a través de representantes ad honorem que trabajen y sean elegidos desde las entidades intermedias que desarrollan actividades en la Comuna.
“La Defensoría tiene que ser lo más amplia, participativa y descentralizada posible”, expresa.
Otro de los puntos importantes que ofrece Pimentel es trabajar para alcanzar la igualdad: “El defensor del Pueblo tiene que defender a todos sin distinción y con la misma intensidad”.
Una propuesta que debe darse en el ámbito provincial pero que Pimentel promete plantear es en relación al método utilizado para la elección del ombudsman. “Tendría que ser por voto directo y en año no electoral”, esgrime, y asegura que eso “no es por desprestigiar al Concejo, sino para mejorar la calidad democrática”.
Además, reclama que la Defensoría tenga un presupuesto autárquico y total independencia.
Experiencias pasadas
Pablo Pimentel fue candidato en todas las elecciones que se realizaron en el Distrito para ocupar el cargo de ombudsman.
En el 2004 presentó su candidatura y recibió tan solo un voto por parte de los concejales.
Según relató Pimentel, fue el actual intendente Espinoza quien le habría confiado en privado el voto hacia su persona. A su vez, el Presidente de la APDH local, recuerda que en su primera experiencia, al hacer la presentación de su proyecto en el recinto, los ediles “me miraban con cara de poker”.
CV Pablo Antonio Pimentel
Nació en Mar del Plata el 22 de febrero de 1957. En octubre del año siguiente se radicó en el barrio “200 viviendas” de Ciudad Evita junto a sus padres y siete hermanos. Realizó sus estudios primarios en el colegió San José de Aldo Bonzi.
En 1975 finalizó la secundaria en la escuela Mariano Etchegaray de Ciudad Evita. Allí fue delegado de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES). Luego comenzó un trabajo en las iglesias donde realizaba talleres de teatro, carrera que estudió durante más de dos años y que recuerda como su vocación de joven. Debido a la influencia de su padre, Eduardo Alfredo Pimentel, quien fue copresidente y fundador de la APDH nacional en 1975, trabajó contra la dictadura militar de esos años, atendiendo los reclamos de derechos vulnerados a los ciudadanos.
En 1982 se sumó activamente a la juventud de Democracia Cristiana, donde posteriormente fue elegido secretario general, cargo que le permitió recorrer el país. En 1986 se puso al frente de la toma del asentamiento “El privado” que dio origen al barrio 17 de marzo.
Hacia mediados de los años noventa formó parte del Frepaso y luego ocupó el cargo de Subsecretario de Relaciones Ecuménicas y Religiosas de la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires.
En 1999 se dedicó a trabajar en la urbanización de Villa Palito y en 2006 asumió la presidencia de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Matanza. En la actualidad divide su tiempo entre su taller de fabricación de bolsas de polietileno y su labor en las APDH nacional y local.
RMT aclara
La APDH La Matanza presentara un proyecto de cambio de legislación para que la elección del defensor del pueblo de cualquier ciudad de la provincia de Buenos Aires sea por voto directo del ciudadano. También contemplaría la presencia de defensores locales en cada una de las 16 localidades del partido matancero y la idea de que el presupuesto de la defensoría sea auditado una vez al año por entidades gubernamentales y no gubernamentales “para que el vecino sepa en qué se gasta el presupuesto.
En 1975 finalizó la secundaria en la escuela Mariano Etchegaray de Ciudad Evita. Allí fue delegado de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES). Luego comenzó un trabajo en las iglesias donde realizaba talleres de teatro, carrera que estudió durante más de dos años y que recuerda como su vocación de joven. Debido a la influencia de su padre, Eduardo Alfredo Pimentel, quien fue copresidente y fundador de la APDH nacional en 1975, trabajó contra la dictadura militar de esos años, atendiendo los reclamos de derechos vulnerados a los ciudadanos.
En 1982 se sumó activamente a la juventud de Democracia Cristiana, donde posteriormente fue elegido secretario general, cargo que le permitió recorrer el país. En 1986 se puso al frente de la toma del asentamiento “El privado” que dio origen al barrio 17 de marzo.
Hacia mediados de los años noventa formó parte del Frepaso y luego ocupó el cargo de Subsecretario de Relaciones Ecuménicas y Religiosas de la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires.
En 1999 se dedicó a trabajar en la urbanización de Villa Palito y en 2006 asumió la presidencia de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Matanza. En la actualidad divide su tiempo entre su taller de fabricación de bolsas de polietileno y su labor en las APDH nacional y local.
RMT aclara
La APDH La Matanza presentara un proyecto de cambio de legislación para que la elección del defensor del pueblo de cualquier ciudad de la provincia de Buenos Aires sea por voto directo del ciudadano. También contemplaría la presencia de defensores locales en cada una de las 16 localidades del partido matancero y la idea de que el presupuesto de la defensoría sea auditado una vez al año por entidades gubernamentales y no gubernamentales “para que el vecino sepa en qué se gasta el presupuesto.