Se llamaba Cristian Contreras y tenía 18 años cuando en enero de 2008 falleció al derrumbarse una obra ilegal que estaba siendo demolida, sobre la calle Lartigau, en Ramos Mejía. Este lunes a la mañana, en el Juzgado Correccional Nº 1 de San Justo se llevó a cabo el juicio oral por este caso...
El abogado Alejandro Bois, de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos, señaló en la emisión radial de NCO, Desde la Redacción, que el joven estaba trabajando en una tarea “clandestina y precaria”.
“Junto con la lucha de la familia pudimos llevar esta causa a debate, donde se está enjuiciado a un arquitecto con la calificación legal de estrago culposo. Los trágicos hechos tienen su origen a partir de una serie de falencias en una construcción que se estaba realizando en las inmediaciones de Ramos Mejía donde un joven perdió la vida cuando estaba trabajando con un compañero en una tarea de demolición clandestina y precaria”, explicó el letrado.
En este sentido, explicó que el chico no contaba con las mínimas reglas de seguridad y de higiene de trabajo cuando en el mes de enero de 2008 se desencadenó la tragedia. Con respecto al debate en el Juzgado, Bois indicó que se trata de un juicio oral donde está imputado el arquitecto que se encontraba a cargo de la obra, quien “está señalado como responsable y se lo acusa de estrago culposo, asimilable a través de las falencias en el desarrollo de su profesión, donde bajo estas circunstancias se llegó a la muerte de Cristian”.
“Lo que hay que destacar en este caso es que no tiene que ver con una fatalidad sino que lamentablemente, está relacionado con no haber podido cumplir con las normas básicas cuando el joven estaba picando una losa encima de dos muros, sin contar con ninguna persona que esté controlando ni con un arnés o algún andamiaje. Producto de eso, sabemos que estás falencias no son meras infracciones legales sino que tienen su razón de ser y relación directa con la muerte”, sentenció.
Asimismo, explicó que el estrago culposo contempla la pena de hasta cinco años de prisión. En este momento se cuenta con el aporte de testigos, tal como sucedió este lunes “donde el debate fue muy rico, porque en la primera parte el arquitecto intentó vanamente decir que había delegado su responsabilidad en una persona que cumplía la función de capataz, lo cual no lo exime de responsabilidad.
Luego declararon expertos que tienen que ver con la construcción y personal de la Municipalidad de La Matanza, así como otro compañero que estaba trabajando y los familiares de Cristian”.
Por otra parte, el abogado comentó que la muerte del joven tiene que ver con que nadie, dentro de una cadena, hizo lo que en su momento debía hacer: “Desde el arquitecto, que es el principal responsable en cuanto a tener personas en negro y sin las medidas necesarias además de tampoco contar con un seguro de vida”.
“También, desde la Municipalidad referían que la cantidad de gente que debía inspeccionar y detectar obras en construcción que podrían ser clandestinas, son once verificadores. A veces cuando el Estado no está presente se producen cosas como lo que sucedió en este caso. Lamentablemente Cromagnon no dejó esto como enseñanza”, puntualizó.
Con respecto al sindicato de la construcción, UOCRA, comentó que no intervino porque, como la realización era clandestina, ni siquiera contaba con un inicio de obra. “Esto también le pide al Estado tomar un poco de conocimiento sobre el caso”, indicó.
“De todos modos, esto no es menos cierto porque algunos días hubo volquetes, lo que nos da una pauta de que hay unas tareas referidas a la construcción. Sin embargo, lo que me llamó la atención es que al realizar un contralor en un partido tan importante como es La Matanza, con esa cantidad inspectores, realmente el poder de policía y de control es muy bajo”, dijo.
Por eso, indicó que más allá del boom en la construcción que se vislumbra en Ramos Mejía, “Lo primer que tiene que pensarse es en la vida. Igualmente, aquí lo que se vio es eso: Por ahorrar un poquitito en esto y un poquitito en aquello, como es el caso de los materiales y dinero para la habilitación, se derivó en el fallecimiento del joven”.
“Desde el punto de vista del interés, el que esté obligado de ahora en adelante, debe tener en cuenta de que puede derivar en un problema de estas características”, aseveró. Con respecto a Cristian, comentó que era un adolescente que no había sido más que un ayudante de albañilería y que lo habían puesto en tareas de demolición. Si bien es una construcción chica, remarcó que presenta su complejidad porque hay que saber cómo realizar la tarea.
“Los padres del joven se encuentran acompañando la causa y están presentados como particulares damnificados, acompañando la labor del fiscal que ha conducido el debate con gran precisión”, agregó el abogado señalando que los familiares “se hallan en búsqueda de Justicia y queremos, en el marco de lo que sucedió, que esto pueda servir al menos como enseñanza en cuanto al cumplimiento de determinadas normas, lo cual no es un capricho sino que es útil para proteger la vida”.
Diario NCO
http://diarionco.com/news/?p=55752
RMT aclara
El ex director de obras particulares, Walter Ariel Fernandez, declaró en el juicio que en ese momento contaba con once (11) inspectores para controlar toda La Matanza... Después de este lamentable episodio, ¿Sabe cuantos inspectores hay en Fiscalización de Obra y Regulación Catastral?