jueves, noviembre 12, 2009

Hay que recuperar el espacio barrial y para eso necesitamos y escucharnos más

Un nuevo episodio de violencia en torno a la Plaza Etcheverry y van... Mientras OMS fija como óptimo 15 m2 de espacios verdes por habitante y la Ley de Suelo como mínimo 10 m2, Ramos Mejía tiene 0,6 m2...



El presidente de la Casa de Auxilio de Ramos Mejía habla de la realidad de esa ciudad y la participación que van teniendo los vecinos en diferentes entidades que funcionan en La Matanza.

-¿Qué imagina que va a pasar con la Plaza Etcheverry de Ramos Mejía?
-En realidad, cabe destacar que la ciudad de Ramos Mejía lamentablemente ya no es la misma de décadas atrás, en donde los espacios verdes abundaban y los vecinos podían salir contentos a tomar mate a la vereda. Ya no se puede volver a eso, pero sí se puede hacer un proceso de planificación de cara a los próximos cincuenta años, teniendo en cuenta lugares de esparcimiento para la gente y no tantas torres de edificios que quitan el aire a la ciudad y la llenan de problemas. Además de la Plaza Etcheverry necesitamos otras tantas más para empezar a equiparar lo establecido por la Organización Mundial de Salud con respecto a la cantidad de espacios verdes necesarios en una sociedad de esta magnitud de habitantes. No queremos que esto se solucione a corto plazo, pero sí exigimos que se empiecen a tomar las medidas necesarias para que esta localidad no este plagada de cemento y pueda disfrutar de más espacios verdes. Esto lo necesitamos como una prioridad absoluta.

-¿Los vecinos tomaron conciencia de esto?
-Hay una gran parte de la comunidad que tomó conciencia. Se reúne en las asociaciones vecinales, presenta sus inquietudes y hasta también se moviliza. El caso de la Plaza Etcheverry puede ser un punto de inflexión en estos temas. Porque creo que esto tiene que servir para que los representantes locales tomen también conciencia de lo que está sucediendo. Este es el momento justo para que los funcionarios piensen en estas cuestiones que no son menores. Yo adhiero ampliamente, junto al foro vecinal, al movimiento de vecinos Autoconvocados de Ramos Mejía que están muy bien representados por Marta Ferrari. Las autoridades están demostrando paulatinamente que se interesan por estas problemáticas, por lo tanto hay que luchar todos juntos para que el reclamo de la comunidad llegue a buen puerto. Ojala que ahora se plasme en hechos y no quede como una mera expresión de deseos. Queremos más plazas y las necesitamos para el bien de todos y esto no es un capricho infantil de los habitantes.

-¿Se va a seguir construyendo en Ramos Mejía?
-Los vecinos necesitamos que se pare con las construcciones gigantescas en esta zona, porque es la única manera de terminar con los problemas ambientales y de cloacas que persisten en esta localidad matancera. Yo trabajo como empresario inmobiliario pero sin embargo, estoy ampliamente en contra de que se lleven adelante edificaciones de una magnitud que superen los tres pisos. Es más, pienso que esta ciudad ya está superpoblada de torres y sería necesario parar la mano. Desde el Foro de Vecinos seguimos luchando y no dudamos que vamos a conseguir lo que queremos. No puedo negar que está situación comenzó a mejorar desde que los vecinos nos empezamos a mover y preocupar seriamente por esta problemática. Por eso creo que el secreto está en continuar unidos y marcar las inquietudes y diferencias que tenemos con los gobernantes. No está nada bien que se siga edificando y no le hace bien a la ciudad. Un poco se frenó el tamaño de los edificios, pero necesitamos que esto se pare de una vez por todas.

-¿Los vecinos de la localidad se comprometen con la realidad social?
-Antes era mucho más complicado que un vecino se acerara a un foro o a una entidad no gubernamental. Aunque últimamente el habitante común y corriente se empezó a dar cuenta que este tipo de organizaciones llevan adelante el clamor popular y actúan en bien de los barrios. Esto pasa en Lomas del Mirador, Ramos Mejía, González Catán, Haedo y Morón, por nombrar algunos territorios que está comprobada la acción de las entidades. El progreso significa una correcta planificación, y no construir indiscriminadamente sin dejar un rectángulo verde en toda la localidad. Lo ideal sería escuchar a los vecinos y a las entidades, y junto a nuestros gobernantes, planear lo mejor para la localidad.

-¿Cómo ve a la ciudad en todos sus aspectos?
-Creo que todavía hacen falta muchas cosas. Sin dudas, Ramos Mejía es una de las zonas más bonitas de La Matanza, pero necesitamos seguir creciendo, no de la mano de los edificios, sino escuchando las necesidades de los habitantes. Hacen falta más espacios de encuentros entre los vecinos, por eso creo que son fundamentales las plazas y los centros recreativos. El tránsito es un caos y la estación de trenes no deja de ser un foco de inseguridad latente a toda hora. Hay que recuperar el espacio barrial y para eso necesitamos proyectar y escucharnos más. Queremos confiar en las autoridades y la única manera es que actúen por nosotros. Queremos una Plaza Etcheverry que tenga espacio para todos, con juegos especiales y la sonrisa de todos los vecinos.