viernes, mayo 23, 2008

Revuelo en Obras Particulares
  • Tiempos agitados se viven en la oficina de dirección de obras particulares de la Matanza. A las protestas de los vecinos por la construcción indiscriminada en Ramos Mejía se suma la ida de cuatro inspectores y una empleada.

Protestas de vecinos autoconvocados por la construcción de edificios

Ezequiel Lorusso
ezequiellorusso@eldiariodemoron.com.ar


Las últimas semanas no fueron de las mejores en las oficinas de la Dirección de Obras Particulares de La Matanza. Desde hace tiempo, esta repartición se encuentra en el ojo de la tormenta desatada por las airadas protestas vecinales contra la construcción «indiscriminada» en Ramos Mejía, y ahora trascendieron algunos cambios en el personal de carrera.

Varias fuentes confirmaron a El diario que los movimientos dentro de la dependencia llamaron la atención de los empleados, pero que aún no se conocen las causas. Las mismas fuentes confiaron que la persona encargada del visado de las obras fue removida de su puesto y trasladada para desempeñar funciones en la sede de la Región Descentralizada de Ramos Mejía y que cuatro inspectores que trabajaban en ese área ahora pasarán a estar en otra dependencia municipal.

Unos días antes de los traslados, en los pasillos de la planta baja del Palacio Municipal corría un rumor que indicaba que el área de Sistemas del Municipio habría desembarcado en las oficinas de Obras Particulares para relevar las computadoras.

Las medidas en OP serían parte de una situación de mayores dimensiones. Casualmente o no, hace apenas unas semanas el intendente Fernando Espinoza paralizó por decreto nuevas construcciones de edificios en Ramos Mejía por un plazo de 90 días. La disposición frenó toda presentación de proyectos y planos para construcciones de más de diez metros de altura en toda la localidad.

La idea es que en ese plazo se despliegue un plan ordenador que disponga nuevas normas para poder radicar edificaciones de altura en la ciudad. La medida gubernamental llega después de meses con protestas ininterrumpidas por parte de vecinos que aseguran ser damnificados de la incesante construcción de torres.
Hasta el momento, esta medida adoptada por el Departamento Ejecutivo municipal no arrojó demasiados resultados positivos: por un lado los vecinos más intransigentes exigen ahora que se paralicen las obras que están ya en ejecución y, por otro, se generó malestar entre los sectores vinculados a la construcción que estarían pensando en poner de manifiesto su disconformidad por no poder iniciar proyectos.

Más conflicto

Vecinos de Ramos Mejía suspendieron el viernes último una medida de fuerza «para que no se politice la cuestión» admitieron. Los manifestantes contra los edificios tenían previsto una movilización en la intersección de Avenida de Mayo y Rivadavia «pero decidimos levantarla porque nos entramos que militantes del Partido Obrero iban a llegar al lugar» dijeron.
El diario de la Matanza