lunes, octubre 21, 2013

Massa, desangelado, pierde el control de su tropa en La Matanza

Sergio Massa no hace pie en La Matanza. El histórico bastión del peronismo le es esquivo y el compendio de macristas y duhaldistas que componen sus filas en el distrito se resquebraja día a día. 




Las grietas se evidenciaron el miércoles 16 último cuando el intendente de Tigre bajó al territorio para hacer campaña en Ramos Mejía y el grueso de tropa local le dio la espalda, paradójicamente horas antes del día de la lealtad peronista

Massa encabezó una minúscula recorrida a pie por el centro comercial de la ciudad, especialmente de la tradicional galería Naonis, y terminó con la visita a la casa de una vecina que lidera una asociación vecinal contra la inseguridad. Salvo uno de ellos, ninguno de sus referentes lo acompañó en el paseo.

Solo se mostró junto al intendente el concejal Fernando Ascencio -el hombre más resistido al interior del rejunte massista local- y fue un baldazo de agua fría para el tigrense “el vacío” que le hicieron el resto de los componentes de su lista en la actividad proselitista que, de acuerdo a fuentes consultadas por Orsai, programó Juan José Álvarez, el ex ministro de seguridad de Eduardo Duhalde y hoy operador del Frente Renovador.

En las primarias del 10 de agosto, Massa perdió por lejos en el territorio con mayor cantidad de electores de la provincia y desde ese día sus alfiles distritales no paran de “pasarse factura”. 

Los personalismos y las traiciones dentro del espacio están a la orden del día y dejan en evidencia que la base legislativa que cosechará Massa tras las elecciones, va camino directo a la atomización.

Voces cercanas a los intendentes Joaquín de la Torre (San Miguel) y Gustavo Posse (San Isidro), que acompañaron a Massa por Ramos Mejía, coincidieron en remarcar la “sorpresa” que les causó a los jefes comunales la magra convocatoria, tanto de dirigentes como de militantes, con la que contó la actividad.

El tren fantasma

La noche del miércoles 16 hubo un comité de crisis. La guerra está declarada a tal punto que el encuentro fue realizado con la clara intención de que trascendiera. En el restaurant ramense La Carmen y a la vista de todos se dieron cita los referentes del massismo que dejaron plantado a su "jefe".

Allí, comandaron la mesa Julio Ledesma, jefe del sindicato de mercantiles zona oeste, otrora duhaldista, macrista y denarvaísta (en orden aleatorio) y Abraham “Toto” Delgado, un menemista reciclado -hoy hombre de Luis Barrionuevo- que conformó el gabinete del intendente Héctor Cozzi, destituido a fines de los años 90’ por desfalco. 

También fueron de la partida el concejal Ariel Martínez, duhaldista recalcitrante postergado por el peronismo matancero y Miguel Saredi, un pilar de Massa con corta trayectoria en el distrito que, dicen las malas lenguas, tendría en dudosos perfiles de Facebook el grueso de su militantes.

Pese a sus cada vez más pronunciadas diferencias entre sí, los une su confrontación con Fernando Asencio, quien ese día coartó la visita de Massa al segundo y tercer cordón de La Matanza que los mencionados dirigentes habían programado cada uno por su lado a instancias de Baldomero “Cacho” Álvarez, ex intendente de Avellaneda y operado del FR en la tercera sección electoral.

La elección de Massa

Asensio fue el único dirigente local que participó con Massa de lo que podría ser la última visita de Sergio Massa a La Matanza antes de las elecciones del domingo 27. Así, el intendente de Tigre parece haber apostado al concejal que pretenden instalar como la renovación generacional local del Frente Renovador en La Matanza. 

Sin embargo el crédito del tigrense tiene las sombras de la vieja política. Su camaleónica participación política así lo confirma: Comenzó en 2007 junto a Juan Carlos Blumberg que ese año se postulaba como candidato a gobernador por el frente "Vamos" cuyo candidato a presidente era Jorge Sobisch, gobernador de Neuquén que en 2007 ordenó desalojar una ruta provincial durante una protesta docente en la que murió el maestro Carlos Fuentealba. En 2009 llegó al Concejo Deliberante local de la mano de Francisco De Narváez y Felipe Solá. En 2011 fue candidato a intendente pero tras perder por paliza pensó que la mejor opción política era la del PRO de Mauricio Macri.