El Frente Progresista está obligado a superar holgadamente los votos obtenidos en agosto si quiere tener alguna chance de alcanzar una banca
En las elecciones primarias abiertas simultáneas y obligatorias, el Frentre Progresista Cívico y Social perdió hasta con los votos en blanco. Ahora tiene un triple problema, defender lo obtenido —teniendo en cuenta que participaron con cuatro listas de distintos colores políticos—, fumar la pipa de la paz entre los caciques hasta el día del sufragio y esperar que la polarización no contamine el milagro.
Hasta el 27 de octubre próximo, día en que se sabrá quienes son los elegidos versión 2013, hay esperanza y Sandra NO (Noemí Oviedo) —quien encabeza la lista por el (contra) Frente — estaría dispuesta a recurrir a todo para vivir cuatro años más de la teta del Estado.
