Aguirre tenía un negocio de herrajes y elementos de carpintería en Villa Constructora. La noche del miércoles delincuentes quisieron entrar a su comercio y allí resultó asesinado de un tiro en el tórax.
Fue un sólo disparo el que estalló y acabó con la vida del comerciante Jorge Antonio Aguirre. La bala le entró por el hemisferio izquierdo del tórax, y siguió su rumbo letal al corazón, que resistió todo lo que pudo, aunque finalmente colapsó cuando la víctima era llevada a un hospital. Todo ocurrió en un asalto, cuando el hombre, casado y padre de tres hijos, intentó resistir que delincuentes ingresen a su local en La Matanza, donde estaba su familia. "Se jugó la vida por nosotros", dijo la viuda.
La secuencia se registró el miércoles, en horas de la noche, en un local comercial propiedad de Aguirre dedicado a la venta de herrajes y elementos de carpintería, llamado "Babiy", ubicado en Provincias Unidas al 4400, entre Manuel de Sarratea y Pampa, en la localidad de Villa Constructora.
"Yo sólo alcancé a ver cuando le dispararon a mi marido. No vi la secuencia anterior. Pero tengo claro que se jugó por nosotros, porque estaban los chicos. Lo hizo para cuidarnos y le pegaron un tiro. Lo llevamos rápido, pero murió en el camino. No sólo le arruinaron la vida a él, sino a sus hijos, a mí, a su madre, a todos. No nos quedó nada", dijo Stella Maris, esposa de Aguirre.
De acuerdo a lo informado por fuentes judiciales, el hombre estaba en el ingreso del garaje, ubicado al lado del comercio, cuando lo abordaron dos sujetos armados y con un bolso. Allí se produjo una primera amenaza, aparentemente para ingresar al local y robar. De hecho, al fugar, los sujetos dejaron el bolso conteniendo sogas y precintos de seguridad. La sospecha es que planeaban amordazar a los integrantes de la familia. Sin embargo, el comerciante opuso resistencia a los planes de los malvivientes.
"Adentro estaban los hijos y otros nenes, menores de edad. Estaba su esposa y la cuñada. La víctima no dejó entrar a los delincuentes, y en ese marco le realizaron el disparo, a corta distancia", señaló un investigador. Acerca de la situación que derivó en la feroz agresión, Norman, familiar de la víctima, señaló en declaraciones periodísticas que el hombre "estaba entrando la camioneta y el portón ya estaba cerrado, aunque quedaba la puerta de escape", agregando que "pasaron dos tipos caminando y lo quisieron meter para adentro".
María, suegra del comerciante, precisó que "los chorros vinieron dispuestos a todo, hasta dejaron el bolso donde tenían cosas para atarlos, tenían planaeado hacer un desastre, y Jorge lo impidió, para cuidar a su familia, porque adentro estaban todos", precisando que "en La Matanza los que trabajamos vivimos encerrados, con miedo, pero los delincuentes andan libres, como si nada".
En la zona del lamentable hecho ayer todo era tristeza, porque Aguirre era un comerciante y vecino tan respetado como querido. "Estamos destruídos, no lo podemos creer. Lo veíamos todos los días, con su familia, sus hijos. Tenía un chiquito de 11 años y otros dos hijos. Adoraba a los suyos. No se entiende que maten con saña, sin importarles nada. Estamos muy desprotegidos", dijo Enrique, otro comerciante del lugar. La víctima no falleció en el lugar de la agresión, porque fue llevado de inmediato por empleados y comerciantes a un centro médico de la zona, donde finalmente perdió la vida.