Hace un año que en el lugar no vive nadie y se acumulan desechos que desmejoran el aspecto del barrio y complican el paso de los peatones por la vereda.
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| San Justo. Indart al 900 |
En pleno centro de San Justo, sobre la calle Indart al 900, había, hace poco más de un año, una casa que no desentonaba del resto de la cuadra y que lindaba con otro terreno de similares características. Los vecinos se enteraron, de repente, de que los respectivos dueños pusieron en venta casi simultáneamente los terrenos y, al poco tiempo, lograron venderlos. Sin embargo, en el lugar no se instalaron, como sucede normalmente, nuevos vecinos. Sino que el frente se tapió con maderas donde actualmente hay carteles publicitarios, y comenzó a generarse allí dentro un verdadero basural.
“Venimos con este problema desde hace un año. Estamos cansados. En un asco y un verdadero foco infeccioso, no sabemos qué pasó. Lo único que tengo claro es que lo debe limpiar el que lo compró”, cuenta María Rosa Vaván, vecina del basural.
Por su parte, desde la receptoría de Clarín ubicada al lado del terreno, afirmaron: “Nos perjudica a los comerciantes porque la gente cruza antes de caminar por esta cuadra, es un asco y genera una mala imagen”.
El problema es que no sólo dentro del lugar es un basural, sino que la vereda está repleta de mugre de la que nadie se hace cargo: “La vereda está rota, el pasto crecido y la basura tirada en todo el frente. Es repugnante caminar por acá”, cuenta Laura Loyola, vecina que atraviesa a diario la cuadra.
Otro gran inconveniente es que en la esquina de la misma cuadra donde actualmente se encuentra el baldío hay un jardín de infantes que se ve claramente perjudicado por el foco infeccioso que provoca el basural. “Siempre hablamos con las mamás para hacer algo, porque los chicos no pueden estar en contacto con semejante mugre. Mismo cuando salen del jardín, tenés que cruzar siempre para no caminar por la vereda porque los nenes por ahí ven algo y lo agarran. No te podés descuidar ni un segundo. Apenas mi hijo sale, lo agarro de la mano y lo cruzo”, relata Tatiana Ruiz Días.
Si bien los vecinos se quejaron en la Comuna, hasta el momento no obtuvieron respuestas: “No sabemos quién es el dueño, pero estamos seguros de que en cualquier momento vamos a tener a las ratas caminando por acá. Queremos que alguien se haga cargo, pero te indigna tener que dejar en la Municipalidad todos los datos tuyos para que actúen. Se preocupan por saber vida y obra del que denuncia y no de lo que verdaderamente pasa en el barrio”, afirma Vaván.
Al respecto, el secretario de Control Comunal, Daniel Feity, señaló: “Hasta el momento no recibimos denuncias formales por parte de los vecinos, pero de todos modos personal se va a acercar al lugar con sus inspectores para ver qué es lo que sucede”.
RMT aclara
Más allá de las quejas y denuncias vecinales, es deber de la secretaria de Planificación Operativa y Control Comunal generar y ejecutar las estrategias para la prevención y control del cumplimiento de las normas municipales en materia de seguridad, salubridad e integridad de las personas y sus bienes.
Entre sus funciones se pueden mencionar: la ejecución y el cumplimiento de todas las tareas necesarias para el mantenimiento del orden comunal, en lo que refiere al cumplimiento de las leyes, ordenanzas, decretos y resoluciones de su competencia. Al menos así lo dice el sitio web del Municipio de La Matanza.
