Ocurrió en Güemes y Alem, en Ramos Mejía. La víctima, Miguel Presa, es un vecino que realiza tareas de obsevación y denuncia irregularidades en la zonas bailables. Mientras realizaba “inspecciones simbólicas” fue golpeado y debieron hospitalizarlo.
Cansados de pedir operativos nocturnos municipales que no se realizan un grupo de doce vecinos con Miguel Presa a la cabeza salió el viernes 3 de agosto último a realizar una inspección ocular simbólica por los locales nocturnos de la zona.
En medio de la madrugada del sábado, los inspectores voluntarios llegaron hasta Antoinette Resto Bar Club, ubicado en la calle Alem 475, donde para sorpresa de los vecinos funcionarios de la Provincia de Buenos Aires se encontraban clausurando el lugar al descubrir faltante en la documentación necesaria para el funcionamiento del local.
Al retirarse los funcionarios que fajaron el local, los empleados del local rompieron las fajas de clausura y siguieron funcionando como si nada hubiese pasado. Miguel Presa y el resto de los vecinos fueron testigos de lo que sucedió y habría ocurrido un intercambio de palabras. Presa se retiro para comprar algo en un kiosco situado a unas pocas cuadras y en ese momento un sujeto comenzó a golpearlo brutalmente. Se sumaron otros hombres más y Presa terminó desvanecido.
“Cuando me desperté me estaban cuidando dos personas que me decían que ya habían llamado a la Policía y una ambulancia, yo quería ir hasta la sala de primeros auxilios de Ramos pero no me dejaban moverme, y además me di cuenta de que estaba muy mareado”, relató .
Todo ocurrió en cercanías de Güemes y Alem, y cuando llegaron los médicos de emergencia detectaron que tenía varios cortes en el rostro y detrás de una oreja, por lo que decidieron trasladarlo hasta el hospital Güemes.
Tuvieron que suturarle la oreja y ambos párpados, además de realizarle una tomografía computada, placas radiográficas y una ecografía. Internado con suero y analgésicos, Miguel Presa permaneció en el hospital hasta el sábado a las 17, cuando le dieron el alta médica y pudo regresar a su domicilio.
Para el referente vecinal, no sería difícil reconocer al menos a dos de los sujetos que le propinaron tremenda golpiza. Y la Policía de la zona sospecha que el hecho está directamente relacionado por el “operativo de inspección vecinal” encarado durante esa madrugada, y las miradas apuntan hacia los propietarios de uno de los boliches.
La idea era detectar las evidentes irregularidades que se registran cada fin de semana y realizar encuestas que podrían aportar más detalles de tales anomalías. Presa y los vecinos de la zona llegaron a hacer investigaciones por su cuenta que derivaron más tarde en informes televisivos, que lograron por involucrar en una causa judicial y cerrar a un boliche reconocido en la zona llamado Caín.