Miguel Presa es parte de un grupo de ciudadanos que denuncia situaciones de prostitución y venta de alcohol a menores. Mientras grababa un documental sobre el tema, recibió una violenta agresión. "Esto ocurrió por el trabajo que hacemos", dijo.
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El grupo vecinal del que Presa es parte advierte sobre situaciones de prostitución, con posibles características de trata para la explotación sexual, o venta de alcohol a menores en bares y kioscos y viene trabajando intensamente en la zona, según informa hoy Diario Popular.
En la madrugada del sábado, Miguel Presa, se encontraba con la agrupación, filmando parte de un documental sobre el tema. En ese momento, fue víctima de una emboscada y recibió golpes y patadas hasta quedar inconsciente en el piso.
"Casi me matan", dijo Presa y agregó que aún debe esperar a recibir los resultados de los estudios que determinarán si tiene o no daño cerebral.
En declaraciones a C5N, dijo que estuvo internado 16 horas en el hospital Haedo, luego de estar en observación por los golpes sufridos.
Los golpes más graves que sufrió Presa fueron uno en la oreja y otro en los párpados, que debieron suturar. Además, dijo que tuvo que someterse a una serie de ecografías, radiografías y tomografías para evaluar su estado.
Además, explicó: "Esto no fue una agresión de pibes ni nada parecido, sino que ocurrió por el trabajo de denuncias que venimos haciendo. Esto es zona liberada, lamentablemente. Nosotros como vecinos queremos que se haga prevención, pero el negocio es grande", afirmó.
Según su relato, el fin de semana había salido en una recorrida junto a un grupo de cerca de 12 vecinos por la zona de bares y boliches de Ramos Mejía, ubicada en la avenida Gaona de la localidad bonaerense.
Presa explica que en ese tipo de recorridas, el grupo pregunta a los menores dónde consiguen alcohol pasado el horario límite que impone la ley (4:30) y documentan las faltas.
"La realidad es que los chicos toman en la calle, mezclan todo, pero porque fallan los controles. Ahí hacemos las denuncias al órgano de control provincial", explica.
Además, señala que el día de la agresión, inspectores de la Provincia habían clausurado un local a partir de una denuncia realizado por la agrupación.
Sin embargo, señala que esa misma noche vio como arrancaban las fajas de seguridad con que habían vedado el ingreso los inspectores. Presa sostiene que eso no es nada nuevo.
La noche del ataque, el hombre dijo que se separó del grupo por unos minutos y en ese momento sufrió la violenta agresión.
"Primero me abordó un hombre, que me golpeó en la cara con una piña, y cuando intenté alejarlo, me empujó contra una pared y siguió pegándome, momento en que vino otro", dijo.
Además, señaló que luego entre los dos lo golpearon hasta que se cayó al piso y ya no recuerda qué sucedió después, dado que se desvaneció. Al despertar, dos personas lo estaban cuidando.
"Ahora estoy a la espera de que puedan mostrar las cámaras para ver que pasó", dijo.
Los golpes y heridas que tiene Presa son varios: cortes en los párpados y en una oreja, y lesiones en las costillas, la espalda y el abdomen.