Inés Rodríguez, la dueña del local en el que funciona el Registro Civil de Villa Luzuriaga, sin contrato ni pago de alquiler, decidió soldar las puertas del lugar, ante la falta de respuestas por parte del Gobierno Provincial.
 |
| Local usurpado. Garibaldi 2.700, Villa Luzuriaga. |
Horas después, un llamado alerto a la policía sobre la medida que tomó la dueña del local, y el comisario de la zona intentó persuadir a la mujer para que reabriera las puertas. Ante la negativa de la mujer, fueron los efectivos policiales los que quitaron las barras de hierro.
Si bien hace unas semanas, Rodríguez se reunió en La Plata con funcionarios provinciales que se comprometieron a renovarle el contrato, la medida no se concretó. Además, le comunicaron que la dependencia provincial no sería trasladada porque no habían conseguido un local en la zona.
“Ahora me enteré que trasladarían el Registro la semana que viene. Y sí es así, a mí no me pagan más lo que me deben. Estoy desesperada”, dijo la mujer que desde noviembre de 2011 no percibe el pago de alquiler, debido a que el contrato de locación finalizó y no fue convalidado.
Desde entonces, Rodríguez reclama que el Registro sea trasladado y que le abonen los meses adeudados. En la actualidad, la fachada del Registro Civil, presenta una inscripción con aerosol realizado por Inés Rodríguez, que reza “local usurpado”.
La mujer contó al periódico S!C que, días atrás, se acercó a su hogar una secretaria de Fernando Espinoza. “Me pidió mi teléfono, pero el Intendente no se comunicó conmigo. Necesito una respuesta, o soy capaz de encadenarme en el local”, advirtió.
Si bien el conflicto es con el Gobierno de la provincia de Buenos Aires, Inés buscó ayuda del intendente de La Matanza Fernando Espinoza, quien además es su vecino, ya que vive a una cuadra de su casa y del local en cuestión.
La mujer se acercó a la vivienda de Espinoza y lo esperó para plantearle su delicada situación, con la expectativa de que el Intendente pudiera mediar en el conflicto.
Pero la actitud del Jefe Comunal fue otra. La dueña del local en el que funciona el Registro Civil contó al periódico S!C: “Me dijo que no podía hacer nada, que la solución está en Provincia y que él solo puede actuar a nivel municipal. Unos días después quiso enviarme dinero a través de una secretaria, pero yo no quiero limosnas, quiero lo que me pertenece. Yo esperaba que por lo menos intente realizar un llamado”.