lunes, marzo 28, 2011

Instrucciones para armar un polvorín

La Argentina camina derecho hacia el autoritarismo, perversión política de la que creyó haber salido para siempre hace casi 28 años...


1) Pronuncie discursos violentos contra distintos reclamos sociales. Muestre que la retórica del enfrentamiento constante es necesaria y patriótica. Convierta, todo el tiempo, a los simples adversarios en imperdonables enemigos (como vecinos contra la CEAMSE y el CARE, contra los edificios ilegales de Ramos Mejía, en defensa de la Plaza Etcheverry, AVACE y Asamblea Coordinadora de Vecinos de La Matanza)

2) Aliente la toma de colegios y puentes como la presidente, salude las presiones sindicales, celebre las ocurrencias piqueteras. Haga la vista gorda o directamente festeje irregularidades callejeras, como el copamiento de una comisaría, boicots y bloqueos contra empresas o cortes permanentes de rutas. Aparezca junto a D´Elia o Hebe de Bonafini…

3) Ocúpese de exaltar a los jóvenes revolucionarios de los 70. Borre los salvajismos humanos, políticos y militares que perpetraron y conviértalos en héroes. Proteja a terroristas extranjeros acusados de asesinar, en democracia, a políticos de su país. Asóciese con un sector de las Madres de Plaza de Mayo que reivindica expresamente la lucha armada, el atentado del 11 de Septiembre y a ETA.

4) Monte un dispositivo mediático que burle, desacredite e injurie a las personas que se atrevan a criticar a su gobierno. Caliente la pava. Y use la AFIP y la SIDE para perseguir disidentes.

5) Convierta al ortodoxo líder de la CGT en un Frankenstein todopoderoso que cultive la cultura de la prepotencia y el apriete. Deje que amenace, en nombre de la patria sindical, con hacerle la vida imposible a cualquier eventual alternancia política de la democracia.

6) Promueva, como lo sugieren los teóricos populistas, una política transversal de la división y fogonee el odio de unos contra otros.

7) Practique la alta inflación, que trae miseria, produce nervios y aviva la puja gremial hasta niveles supremos.

Si usted cumple con estos siete puntos despreocúpese: su país será un polvorín. Lo único que debe hacer ahora es echarles la culpa a otros y gobernar sobre las cenizas.

Jorge Fernández Díaz