Vecinos de la plaza Etcheverry volvieron a denunciar amenazas
Acompañados de militantes de diversas fuerzas políticas y sociales, un grupo de vecinos que pugna por la oficialización de la plaza Etcheverry, en Ramos Mejía, realizó una conferencia de prensa para denunciar “amenazas y ataques”.
Acompañados de militantes de diversas fuerzas políticas y sociales, un grupo de vecinos que pugna por la oficialización de la plaza Etcheverry, en Ramos Mejía, realizó una conferencia de prensa para denunciar “amenazas y ataques”.
Durante la rueda de prensa, que tuvo lugar en un café-bar del centro de Ramos Mejía, Marta Ferreri, una de las referentes vecinales, reiteró su acusación contra “tres o cuatro vecinos que están comprados y me amenazaron con entrar a mi casa, sacarme y hacerme desaparecer”.
“También, me dijeron que me iban a quemar el auto”, aseguró la mujer, y añadió que, de los presuntos agresores, “uno es boxeador y el otro, barrabrava de Boca, así que tienen gran fuerza física”.“Pero, no fui la única víctima de agresiones: tomaron a golpes de puño y patadas a la gente que estaba junto a Libres del Sur, en la plaza, entre ellos a Miguel Presa (uno de los líderes de los vecinos de Ramos Mejía que se oponen a la construcción indiscriminada de edificios en altura)”, se explayó Ferreri.
Según afirmaron, efectivos de la comisaría 2ª de Ramos Mejía se negaron a tomarles la denuncia correspondiente, en tanto que la fiscal “tampoco estaba”. “Vamos a seguir luchando, porque la plaza nos corresponde. En Ramos Mejía, hay dos espacios verdes para 200 mil habitantes, y no queremos que hagan un jardín”, insistió la vecina.Asimismo, Ferreri repitió la propuesta, elevada tiempo atrás, para que “los vecinos de Ramos Mejía y Villa Luzuriaga abonemos un impuesto para que se compre todo el terreno, y no una parte como quieren hacer y con los fondos de todos los matanceros”.
En tanto, Miguel Balvuena, miembro del Movimiento Libres del Sur, denunció que, el sábado, “nos amenazaron con que nos iba a ir mal si nos quedábamos allí. Y nos atacaron sin mediar palabras, cuando estábamos al costado de la plaza, haciendo una jornada de parquización”.
“Lo único que dijeron fue que no teníamos permiso y que no éramos del barrio. Me dieron trompadas y patadas. Yo creo que estaban dispuestos a golpearme gravemente. Por suerte, estaban los compañeros e intervinieron”, sostuvo Balvuena, y agregó: “Hasta hoy, no me atendió ningún médico oficial que pudiera constatar las lesiones, aunque la denuncia me la tomaron”.
El evento contó con la participación de militantes del Partido Socialista, del Partido Comunista, del espacio Nuevo Encuentro (entre ellos, la concejal electa Sandra Oviedo), del Movimiento Libres del Sur y de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, que respaldaron a los denunciantes.
Periódico Uno