lunes, noviembre 16, 2009

Se vienen más anuncios...

El municipio finalmente anunció la demolición de cinco obras -cuatro en Ramos Mejía y una en Ciudad Evita- pero tirarían "otras" a cambio de buscar un fin al conflicto...

En un comunicado de prensa apresurado que el municipio envió a los medios locales después del "Proteste Ya", se anunció las esperadas demoliciones en Ramos Mejía, detallando las obras…

“Se ha tomado la decisión legal, para casos insalvables, de recurrir al Poder Judicial a fin de materializar la demolición, ordenada por el Intendente, de algunas obras del Distrito, a través de la Asesoría Letrada del Municipio, casos: Alvarado 333 (arquitecto Claudio norberto Viviani), Vicente López 146 (arquitecto Carlos Gustavo Mercader Cabrera), Saavedra 253 (arquitecto Antonio Blasi) y Corrientes 90 (M.M.O. Carlos A. Casemajor)”, explica el documento.

Ahora, mientras sigue el conflicto y los vecinos descubrieron pisos de más en otras obras que darán a conocer a los medios, se abre la discusión con el palacio municipal de como se arregla el daño producido en Ramos.

El problema radica, según los referentes, en la prioridad de cuales deben ser las cinco primeras demoliciones, ya que “mientras no se reconozcan públicamente los derechos de los damnificados que se movilizan durante años, las marchan y las denuncian continuaran”.

"Muchos hoy tienen la tranquilidad de vivir en una zona de casas bajas, cuando desconocían el problema. Nosotros venimos luchando desde hace 4 años y por más que salgan con una rezonificación que nadie pidió, no nos resuelven el problema genuino".

"Nosotros defendimos la identidad de Ramos Mejía, un barrio por historia de casas quintas y lo destruyeron, peleamos por una calidad de vida para todos, no fuimos por nuestro problema en particular, pero no puede ser que mientras unos se quedaron sentados y otros porque no sabían o tuvieron miedo, disfruten del sol, tengan privacidad y nosotros, los que dimos la cara, invertimos tiempo y dinero, seamos olvidados por el municipio" reclama Silvia, del Foro de Vecinos.

Pero los referentes siempre tuvieron al menos un lugar donde descargar su bronca y denuncias, la Subsecretaría de Gobierno. Ahora la discusión son las obras que ellos piden que se demuelan primero y las que demuele el municipio. Por este y otros temas, hubo una reunión "puertas cerradas" el jueves por la tarde en el municipio.

"Cuesta que den la cara pero tuvimos más reuniones desde que vino la televisión, Alvarado 607, es otra obra que ya el municipio llevó a la justicia, pero tendrían que revisar todas las obras de este arquitecto Antonio Blasi, como las demás obras de los arquitectos que le van a tirar abajo una obra. Van a encontrar más casos. Por ejemplo: ¿Cuanta gente vive en oficinas? ¿Para cuando un relevamiento?" cuenta Cacho, quien recibió presiones por denunciar junto a su mujer las obras ilegales.

Los autoconvocados no se olvidan de aquellos primeros vecinos que destaparon la olla para después ellos llevar la ilegalidad a todos los medios nacionales y empezar a desenmascarar los negociados. Hoy, recuerdan como la más perjudicada en Ramos Mejía, a Alicia Elias, dueña de un chalet que valía medio millón de pesos y quedó atrapada entre dos edificios (Chateau 1 y 2). Hoy olvidada por el muncipio y por la justicia lenta. Su casa vale menos de la mitad...

“¿A cuanta gente perjudicaron, como le solucionan el daño producido? Acá tiene que haber sanciones ejemplificadotes, queremos que a todos los arquitectos involucrados les saquen la matrícula, no deben trabajar más en La Matanza” dispará Josefa, vecina de la primera época.

La desconfianza hizo que todo anuncio que hace el municipio se tome con pinzas entre los vecinos, después de las heridas que llevan los autoconvocados se rompió todo diálogo posible, gracias a la guerra sucia y la falta de protección del municipio hacia sus referentes, que los llevó a primero ver para después escuchar y hablar.

Ellos piden la demolicíón de todas las obras que visitó Gonzalito para empezar a buscarle una solución en conjunto al escándalo urbanístico, el municipio anuncio la demolición de algunas de ellas, pero la respuesta de los autoconvocados fue clara: “En la guerra contra LA CORRUPCIÓN no hay punto medio; las decisiones a medias te dejan medio expuesto”.