Gaona estalla los fines de semana
La nueva reglamentación, los empresarios y el Estado provincial en pie de guerra

Música estridente, alcohol, ruidos de caños de escape, corridas y gritos son algunas de las cosas que modifican el paisaje ramense durante los días de descanso. Comerciantes, vecinos, autoridades y jóvenes se enfrentan permanentemente para disputar un espacio.
A lo largo de la avenida Gaona o Juan Domingo Perón, en el tramo que corresponde al municipio de Morón, entre las calles Guemes y Ricardo Gutierrez, se juntan entre 10 y 15 mil chicos por noche que deambulan por la puerta de los boliches provocando la reacción de los vecinos que no logran conciliar el sueño.
Desde hace algún tiempo, “Cambio totalmente el espacio geográfico, algunos vecinos se mudaron porque ya no aguantaban más”, aseguró Susana Aliverti, frentista de la concurrida arteria y lindera con varios de los comercios en cuestión.
Según la vecina, la Ley dice que no se pueden habilitar comercios de este tipo a menos de 200 metros de los establecimientos educativos y, cerca de esa área hay varios colegios. “En Gaona entre Solier y Guemes – una cuadra donde hay más boliches que casas – hay un establecimiento educativo para chicos sordos, y esto esta prohibido por la normativa vigente”.
A decir de los habitantes del lugar, “Los jóvenes no respetan a la policía, cuando se agreden entre ellos, los oficiales esperan a que se apacigüen o piden a través de los parlantes de los patrulleros que se tranquilicen”.
Los vecinos se quejan de que los chicos recorren las calles con botellas de cerveza en la mano y las autoridades lo único que hacen es impedir que se sienten en algún lugar. La policía les pide permanentemente que “circulen”.
“En la Unidad de Gestión Comunal de Morón (UGC Nº7) en vez de preocuparse por evitar la ingesta de alcohol, pusieron dos médicos para que atiendan a los chicos que están en mal estado”, denunció Aliverti y agregó, “yo denuncie tanto en el municipio de La Matanza como el de Morón que la mitad de los chicos que concurren a las fiestas de egresados son menores de edad y nunca tuve una respuesta”.
“Hay una señora que tiene la mamá de 80 años y los fines de semana tiran el colchón en el piso de la cocina para poder dormir porque es el único lugar de la casa en donde no llegan los ruidos”, contó.
Cansados de lidiar con esta situación los vecinos se organizan para efectuar reclamos de manera conjunta y tratar de recobrar algo de la tranquilidad perdida. Solo basta con dar una vuelta por las inmediaciones para evaluar como queda la zona después de cada fin de semana.
“Una vez se pelearon dos bandos y uno de los muchachos se escondió detrás del árbol que esta en la puerta de casa. Los que lo corrían apedrearon el frente de mi casa y arruinaron mi camioneta. Había 5 vehículos policiales presentes y nadie hizo nada. Cuando realice la denuncia la fiscal la desestimó porque aseguró que los jóvenes no tuvieron intención en dañar mi auto, no hubo dolo”, aseveró Aliverti sin resignación.
El problema no es solo en Ramos
El problema no es solo en Ramos
En la provincia de Buenos Aires hay cientos de boliches que preocupan a las autoridades por la gran cantidad de jóvenes que los visitan. Para tratar de controlar la nocturnidad en todo e ámbito provincial, el poder ejecutivo impulsa una Ley que impondría limitaciones en los comercios del ramo.
La iniciativa establece que las confiterías bailables, discotecas, clubes y salas y salones de baile deberán cerrar sus puertas a las 5:30 y una hora antes tendrán que cesar con el expendio de bebidas alcohólicas.
Plantea además que no se podrá ingresar a los boliches bailables después de la 1, aunque por modalidades estacionales el acceso podrá extenderse hasta las 2, según lo disponga el Poder Ejecutivo en la reglamentación.
Los senadores incluyeron en el proyecto la obligatoriedad de los boliches de colocar cámaras de video en sus ingresos, y deberán conservar las grabaciones por e término de 60 días.
En ese marco, desde la oposición ya advirtieron que los intentos del oficialismo de tratar sobre tablas el proyecto de nocturnidad serán contrarrestados."Creemos que el proyecto merece un estudio profundo y tenemos intención de que se apliquen modificaciones. Por eso no vamos a prestar quórum si quieren tratarlo sobre tablas. Para el oficialismo, llegó el momento de tener una actitud respetuosa", anticiparon legisladores de la oposición.
La posición de los empresarios
Desde las cámaras que agrupan al sector advierten que la nueva reglamentación podría generar una competencia desleal y auguran que si la normativa se aprueba solo en el ámbito provincial los jóvenes que habitan en el conurbano podrían trasladarse a capital los fines de semana, con consecuencias gravísimas para los ocales bonaerenses.Aníbal Mathis, presidente la Asociación Bonaerense de Empresarios de Confiterías Bailables (ABECBA), adelantó que en caso de que se apruebe la norma automáticamente presentarán recursos ante la Justicia para que la ley sea declarada inconstitucional.
Lo que preocupó a la gente de ABECBA es que la iniciativa establece que el horario tope para ingresar a los boliches será la 1 de la mañana, hora que podrá extenderse hasta las 2 en verano. Y que a las 5.30 las discos deberán cerrarse.
Según el presidente de la asociación de boliches, habrá "muchos despidos" porque la rentabilidad de los locales caerá en picada. "Hay una costumbre instalada de salir a bailar tarde. Si se aprueba la ley, la gente en vez de acomodarse a los horarios se irá a bailar a la Capital Federal".
Otro punto de la iniciativa que irrita a los propietarios es que después de la 1 ya no podrán dejar entrar más público. "¿Y si tenés el boliche vacío, qué haces?", se preguntó Mathis.
El directivo también dijo que los empresarios están preocupados porque a las 5.30, cuando los boliches deberán cerrar, aún no hay colectivos en el conurbano. "El lugar más inseguro es la calle
y el gobierno los quiere mandar ahí", planteó Mathis.
Para toda la Gente
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