QUERER ES PODER
La famosa esquina de Rosales y Av. de Mayo estaba forrada integramente de carteles políticos pero el delegado municipal cumplió con su palabra...
Parece que se puso al fin en marcha una campaña de combate a la publicidad ilegal tan bienvenida como demorada, cuyos alcances no deben reducirse al lapso de la campaña electoral. Uno de los problemas históricos de nuestra ciudad es la proliferación de publicidades ilegales de particulares, políticos e incluso de organismos oficiales.
Miguel Presa, uno de los referentes contra la construccion de edificios ilegales se comunicó con el delegado municipal, Omar Gonzalez, para que transmitirle la ivasión ilegal de publicidad en Ramos Mejia que desconoce límites llegando a forrar integramente el local cerrado de Rosales y Av. de Mayo, donde hasta hace poco tiempo había una colchonería. Ante el pedido que se retire toda la propaganda política que estaba pegada sobre la vidriera de la famosa esquina donada por Rosita a los Bomberos, debemos destacar que al día siguiente, la vidriera estaba nuevamente luciendo como corresponde y hasta el momento ha sido respetada.
La participación del rubro político explota puntualmente con el advenimiento de cada campaña electoral. Como las campañas son frecuentes y de larga duración, la invasión es casi permanente. La publicidad ilegal tiene costos de diversa índole. El más evidente es el que afecta el paisaje urbano y contrarresta los esfuerzos de mejoras que realizan gobiernos o particulares.
Es así como zonas de valor histórico o que son puntos de atracción se deprecian por el empapelamiento de paredes, columnas y hasta vidrieras. Además, esta publicidad obliga a tareas de limpieza que pagamos nosotros, los ciudadanos: directamente, cuando afecta sus propiedades o indirectamente cuando las realizan los entes públicos con dinero de los contribuyentes.
Con el inicio de una nueva campaña electoral, Ramos volvió a lucir la publicidad ilegal de algunos candidatos, incluidos los del oficialismo. Por eso la iniciativa que se comenta es oportuna y es de esperar que tenga efectividad y continuidad.
La participación del rubro político explota puntualmente con el advenimiento de cada campaña electoral. Como las campañas son frecuentes y de larga duración, la invasión es casi permanente. La publicidad ilegal tiene costos de diversa índole. El más evidente es el que afecta el paisaje urbano y contrarresta los esfuerzos de mejoras que realizan gobiernos o particulares.
Es así como zonas de valor histórico o que son puntos de atracción se deprecian por el empapelamiento de paredes, columnas y hasta vidrieras. Además, esta publicidad obliga a tareas de limpieza que pagamos nosotros, los ciudadanos: directamente, cuando afecta sus propiedades o indirectamente cuando las realizan los entes públicos con dinero de los contribuyentes.
Con el inicio de una nueva campaña electoral, Ramos volvió a lucir la publicidad ilegal de algunos candidatos, incluidos los del oficialismo. Por eso la iniciativa que se comenta es oportuna y es de esperar que tenga efectividad y continuidad.