El viernes amaneció soleado y con un pasacalles que avisaba a los vecinos las declaraciones del intendente Fernando Espinoza a los medios:
Las obras ilegales ya están en la justicia
Ahora falta la demolición
Y más abajo agradecía:
Gracias HCD Urquiza y Espora es zona de casas
Pero claro, cayó la municipalidad en el relevamiento que estaban haciendo en varias obras de Ramos Mejía y a Blasi no le cayó nada bien… era la segunda obra en el día.
Al retirarse los inspectores municipales, Blasi mandó a los obreros a arrancar el pasacalle. Marta, frentista del lugar, indignada les gritó y la mala contestación de los obreros provocó la reacción de su marido, que los demás vecinos salieran a atacarlos.
Gritos, puteadas y amenazas fueron parte de la música que se escuchaba en el lugar que gracias a las mujeres se pudo frenar. La guerra viene de hace tiempo y los frentistas, que se niegan a dejar de pegar carteles, parecen que se turnan para ser los primeros en devolver favores. El arquitecto, Antonio Blasi, como de costumbre no dio la cara, pero mandó a los títeres al frente.
Lo más estraño es que el pasacalle no se dirigía a la obra, a no ser, que el municipio la haya mandado a la justicia y ninguno de nuestros comodines nos aviso...