jueves, abril 02, 2009

Vamos del escándalo urbanístico al escándalo institucional

¿Fuimos pioneros? Seguro que no, lo cierto fue que cuando dijimos Ramos Mejía Trucha nos quedamos cortos. Ahora todos los comentarios nos superan, Argentina es un país trucho, dicen.




"Escándalo, es un escándalo..."


El escándalo institucional ha barrido también con cualquier noción de democracia partidaria. ¿Qué órgano partidario del peronismo decidió que Kirchner y Scioli debían ser los candidatos, cuando ni siquiera el gobernador fue consultado? ¿Qué posibilidad hubo de una elección interna en el peronismo para definir que la transgresión institucional es la mejor propuesta electoral del partido gobernante?

Nada. Un hombre en Olivos, solitario y exasperado, afligido y temido, volvió a conmover la Argentina con el imprevisto rayo de un ultimátum.