martes, marzo 24, 2009

Requiescat in pace

Una de nuestras hermosas casas comenzó a ser demolida. Una manzana en 90 % de casas bajas empieza a pudrirse.


Otra vez Beni
En Avellaneda 365 anunciaron que van a construir 2 cuerpos de 4 pisos mientras el decreto vigente suspende por el término de 90 (noventa) días… la presentación y el trámite de los permisos de obra nueva y/o ampliación… en la localidad de Ramos Mejía que superen los 10 (diez) metros de altura, cualquiera sea su destino, uso y dimensiones del lote. La rezonificación está paralizada en La Plata por la denuncia de los autoconvocados


Tremendas moles, monumentos al mal gusto y el “progreso” de apilar gente, siguen presente al lado de casas de familia construidas con ahorros y esfuerzo, depreciadas ante semejante espanto. El problema de muchos es que trabajan con un par de plantillas/modelos y las intentan aplicar en cualquier lado, no les importa si hay algún estilo, simplemente adaptan uno ya diseñado al espacio y ya.

Hay algo que se llama la paradoja del carbón, que dice en el siglo XIX, que cuando más eficiente se hacían los motores a vapor, en vez de reducir el consuno-producción, este crecía cada vez más y más hasta hacer crecer los precios y la contaminación.
Lo mismo pasa con la construcción, cuanto más se construye más caras están las propiedades... que ni vos ni yo podemos acceder. Mientras que los bancos le den plata a los que ya tienen, no hay progreso posible. La solución pasa por control democrático de los regimenes de construcción y precios de materias primas

Ramos Mejía "desfigurada"

Nuestra localidad que por historia es de casas bajas, está perdiendo sus señas particulares por el avance implacable torres ilegales. Cientos de casas que van desde el clásico italiano o francés hasta el inglés ya no están. Hoy, pocas de estás construcciones, que representan uno de los mayores atractivos de Ramos, corren el riesgo de desaparecer.

Cada mes, vemos como se demuelen decenas de viviendas que testimonian el pasado de los ramences para dar lugar a edificios de oficinas de cinco plantas o más, que fraudolosamente se venden como departamentos. Esto no es el auge de la construcción, es el reino de la corrupción en La Matanza.
Alerta Roja
¿Por qué ocurre esto con las casas particulares situadas en los barrios residenciales de Ramos, que están siendo reemplazadas por torres? La respuesta es simple, si un arquitecto va a construir ¿Dónde es más vendible? ¿Frente a la estación y en Rivadavia? o ¿A seis cuadras, en un barrio residencial? Sólo prestando atención a los folletos de los edificios cuando están para la venta, uno encuentra algo común en todos. “En un barrio excelente”, “Entre el silencio y la modernidad”, “Frente a la plaza”… Estos señores eligen el lugar más rentable ya que les resulta más barato comprarle a la gente una casa que comprar en la zona comercial donde hay un valor del plaza más alto y porque le permiter levantar 5 pisos cuando no corresponde.
El lado positivo Quienes trabajan en el sector de la construcción afirman que las torres contribuyen a modernizar la ciudad, además de dar empleo a miles de argentinos, y algunos vecinos coinciden con ellos. "Me parece bien que la arquitectura se vaya renovando. Aquí había casas muy viejas, llenas de ratas y con peligro de derrumbe", comenta a BBC Mundo Carlos, un residente de Caballito, antes de entrar al edificio nuevo en el que vive. Pero no todos piensan lo mismo en este barrio situado en el centro geográfico de Buenos Aires. Gerardo Allegretti, dueño de un kiosco, opina: "Por supuesto que uno tiene que vivir el ritmo de la época, pero también hay que preservar aquello que es valioso por su arquitectura para dejarles algo a nuestros hijos y nietos".


Calidad de vida

La construcción sin control de edificios altos no sólo tiende a "borrar" la identidad del barrio, sino que además deteriora la calidad de vida de los vecinos, porque las redes de agua potable y cloacas son sometidas a una demanda extra para las que no están preparadas. Varias Protestas por dificultades en los servicios públicos llevaron a que, a mediados del año pasado, el muncipio de la Matanza suspendiera las nuevas construcciones que superen los 10 (diez) metros de altura, cualquiera sea su destino, uso y dimensiones del lote.

Dicen que las callecitas de Buenos Aires "tienen ese no sé qué", pero los especialistas advierten que algunas de sus particularidades podrían perderse si la ciudad sigue creciendo descontroladamente hacia arriba y, sobre todo, pisando los escombros de valiosas casas antiguas.