viernes, enero 09, 2009

NO CERRAMOS
POR VACACIONES
Después de apoyar a Palermo en su última marcha, fuimos invitados junto a los vecinos de distintos barrios y organizaciones de la sociedad, a trabajar en un espacio común de reclamo a las autoridades ante la problemática pública que se profundiza con el día a día: construcción indiscriminada de edificios, destrucción del patrimonio arquitectónico, histórico y cultural y falta de espacios verdes.



Los barrios tradicionales de Buenos Aires como San Telmo, Barracas, Belgtano. Caballito, Recoleta, Floresta, Palermo o Ramos Mejía, están siendo afectados por la ausencia de políticas públicas claras que impidan la alteración de la fisonomía e identidades barriales y que protejan el patrimonio urbano que aún conserva la Ciudad.

Buenos Aires tiene hoy 4,7 mts. cuadrados de espacios verdes por persona cuando la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.) recomienda de 10 a 15 mts. cuadrados por persona. O sea que no tenemos ni siquiera la mitad de lo recomendable.

Los vecinos y organizaciones congregados en este nuevo espacio interbarrial nos preparamos para dar pelea por nuestros derechos.

Se acordó impulsar la iniciativa destinada a la declaración de emergencia para la Ciudad de Buenos Aires y todo el área metropolitana, atento los graves problemas que en materia de contaminación ambiental, sonora y visual, transporte, residuos, servicios, salud, educación, inundaciones, tránsito, construcciones y utilización de los espacios públicos y privados, entre otros, afectan a dicho territorio y, por consiguiente, a sus habitantes.

Muchas veces se han sancionado en la Argentina normas que declararon la emergencia en materia económica, laboral, locativa, de salud y previsional.

La Justicia, en diversas oportunidades, respaldó esas normas, para cuya sanción se invocó reiteradamente la necesidad de ejecutar acciones inmediatas ante situaciones de gravedad.

La historia dice que varias de esas leyes de emergencia afectaron los intereses y la vida de vastos sectores populares.

Entendemos que es hora de que las normas de esas características esta vez reconozcan la situación por la que atraviesa el área metropolitana, y se dicten en favor del pueblo argentino.

Los últimos cortes de energía eléctrica y las inundaciones ocurridas, dan razón a nuestra petición, solicitando su urgente tratamiento legislativo.