- En Ramos Mejía, los vecinos volvieron a marchar en reclamo de un nuevo código de planeamiento para la construcción de edificios en la localidad y también por mayor seguridad.
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La protesta fue ayer jueves y comenzó en la esquina donde se construye una torre de 70 metros de altura frente a otra de menores proporciones, que se edifica sobre un brazo entubado del arroyo Maldonado, contra las normas vigentes.
A metros de esa intersección vive la vecina Nancy Devoto, quien –como informara El diario semanas atrás– se ve seriamente afectada por estas obras. Junto a su casa están construyendo una torre de 10 pisos. La obra le devaluó su vivienda 40% y le quitó todo tipo de intimidad en su parque trasero. «Tuve que reparar pisos y paredes rajadas de punta a punta, e inicié dos causas judiciales por los daños», contó la vecina que a metros de su casa tiene también otra obra –actualmente clausurada– que se empezó a construir sobre el entubamiento fluvial.
En cuanto a esta obra, Devoto dijo que fue denunciada al director de Saneamiento y Obras Hidráulicas provincial, Daniel Coroli, quien a través de una carta le dice a la Municipalidad «que no está permitido construir sobre el arroyo».
Tras una fuerte rebelión vecinal, a fines de abril el intendente Fernando Espinoza suspendió por decreto nuevas construcciones de más de diez metros de altura –para la confección de un nuevo código– pero ahora los vecinos piden que no se avance con las obras aprobadas con anterioridad a la disposición.
«Decretaron la suspensión de las obras que no estaban iniciadas, pero todavía no se hizo un código de planificación de las obras», sostuvo al respecto Devoto y añadió que están pidiendo que «se tenga en cuenta una estética arquitectónica, para que las casas bajas no se desvaloricen y lo vecinos no sufran perjuicios económicos y morales».
Es que los vecinos están descreídos de las promesa del municipio. Días atrás, el subsecretario de Obras Públicas de la comuna, Horacio Beovide, dijo a este semanario que «ya se está convocando al Consejo para la elaboración de un nuevo Código de Planeamiento Urbano y está previsto que una vez consensuado se llamará a una audiencia pública en la que se pretende dar debate en torno al proyecto», explicó el funcionario que además, aseguró que este proceso se llevará a cabo en los meses que le quedan a este año.
Los vecinos sostienen que sus reclamo se basan en varios problemas puntuales: «muchas construcciones de altura violan normativas ambientales nacionales y provinciales porque desfiguran la fisonomía de los barrios que bordean los centros comerciales; pese a que todavía la mayoría de los edificios están sin habitar, ya notamos poca presión de agua y gas, bajas de tensión eléctrica, desbordes en las conexiones de cloaca y más inundaciones», explicó el vecino Miguel Presa.
En la protesta de ayer, los vecinos también reclamaron por mayor seguridad en sus barrios: «sufrimos muchos secuestros express y robos, por lo que no podemos transitar libremente, porque corremos el riesgo de perder nuestras vidas en manos de delincuentes», dijo Devoto en declaraciones a la prensan.
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