- Se trata de Miguel Presa, quien denunció que el lunes, luego del cacerolazo en defensa del campo que se llevó a cabo en pleno centro de esa localidad, fue privado de su libertad por “tres hombres que subieron de repente” a su auto. Lo liberaron en Billinghurst, partido de San Martín.
Fue el lunes, en Urquiza y Espora
En diálogo con uno, Presa relató que “eran las 20; estaba junto a un montón de gente en la esquina de Avenida de Mayo y Rivadavia y había filmando toda la manifestación. Luego fui hacia la esquina de Urquiza y Espora, y ahí aparecieron tres tipos que ingresaron al auto”.
“En ese momento -prosiguió-, junto a mí estaba una vecina, pero los delincuentes se la agarraron conmigo: nos metieron atrás, me pusieron un revólver en la cabeza y un cuchillo en el costado”.
A su vez, de acuerdo a las palabras del vecino de Ramos Mejía, “me sacaron la cámara y me dijeron que no me haga el gallito, al tiempo que me amenazaban de muerte”.
“Ellos querían salir de Ramos”, recordó Presa, y agregó: “Entonces manejaron para el lado de Palomar, hicieron una maniobra y los descubrió un patrullero”. Es en ese instante cuando “se armó una persecución por veinte cuadras”, aunque “después la policía los perdió”, señaló.
Finalmente, el vecino explicó que “al rato, nos cruzamos con otro patrullero: se produjo una corrida más, en la que finalmente me sacan el celular, se bajan del vehículo y me dejan en Billinghurst, partido de San Martín”.
“Es muy llamativo que se hayan quedado con unas carpetas que yo tenía, con denuncias por los edificios torre”, concluyó Presa.
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