Postdam. Siglo XVIII. Jinete en imperial cabalgadura, Federico II llega a los límites de su parque de “Sans Souci”. Allí vive Arnaldo el Molinero, dichoso en su propiedad adquirida con su tesonero esfuerzo.
Federico comprar a Arnaldo su molino y su jardín.
Esta anécdota fue contada por el Ministro Genaro Góngora Pimentel, entonces Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en una conferencia. Como podrán notar este pasaje de la justicia no es de su autoría, pero tuvo el acierto de rescatarlo. Ahora, es citado en numerosos foros jurídicos.
..."Recuerdo una anécdota que, hace muchos años, leí en un libro argentino de Derecho Administrativo. No acierto en este momento ni al título ni a la autora, pero sí a la historia".
Contaba que, allá por el siglo XVIII, en Potsdam, el Gran Rey Federico II, jinete en imperial montura, encabezando un grupo de nobles cortesanos, cabalgaba por los límites de su parque de Sans Souci, lugar donde se detuvieron.
A corta distancia, el Rey divisó un bien constituido molino de viento en el que vivía Arnaldo –El Molinero- hombre honesto y orgulloso de su propiedad, adquirida a lo largo de años de tenaz esfuerzo.
Bien es sabido que el capricho de los príncipes no tenía límites y, por ello, de inmediato quiso Federico comprar a Arnaldo su molino, tal vez para dar a su parque de Sans Souci unos metros más de extensión, o quizá para mostrar a sus cortesanos de manos pálidas e inútiles, lo que siempre había desdeñado mirar: un instrumento de trabajo.
Habiendo hecho llamar el Rey al molinero, quien prestó salió del molino restregándose ambas manos en el delantal que cubría sus sencillas vestimentas.
Arnaldo, me han dicho que este molino es tuyo. Quiero comprártelo.
Mucho me temo, señor, -Contestó Arnaldo- que el molino no está en venta.
Capricho de príncipe y orgullo de hombre humilde que ha ido acumulando las piedras de su molino con blanca harina y pan rubio –conflicto de intereses sin lugar a duda-.
Entonces, el Rey gritó: ¡Cómo! ¿Es acaso que no comprendes la gracia real de que eres objeto? ¡Si lo puedo tomar sin pagártelo!
..."Recuerdo una anécdota que, hace muchos años, leí en un libro argentino de Derecho Administrativo. No acierto en este momento ni al título ni a la autora, pero sí a la historia".
Contaba que, allá por el siglo XVIII, en Potsdam, el Gran Rey Federico II, jinete en imperial montura, encabezando un grupo de nobles cortesanos, cabalgaba por los límites de su parque de Sans Souci, lugar donde se detuvieron.
A corta distancia, el Rey divisó un bien constituido molino de viento en el que vivía Arnaldo –El Molinero- hombre honesto y orgulloso de su propiedad, adquirida a lo largo de años de tenaz esfuerzo.
Bien es sabido que el capricho de los príncipes no tenía límites y, por ello, de inmediato quiso Federico comprar a Arnaldo su molino, tal vez para dar a su parque de Sans Souci unos metros más de extensión, o quizá para mostrar a sus cortesanos de manos pálidas e inútiles, lo que siempre había desdeñado mirar: un instrumento de trabajo.
Habiendo hecho llamar el Rey al molinero, quien prestó salió del molino restregándose ambas manos en el delantal que cubría sus sencillas vestimentas.
Arnaldo, me han dicho que este molino es tuyo. Quiero comprártelo.
Mucho me temo, señor, -Contestó Arnaldo- que el molino no está en venta.
Capricho de príncipe y orgullo de hombre humilde que ha ido acumulando las piedras de su molino con blanca harina y pan rubio –conflicto de intereses sin lugar a duda-.
Entonces, el Rey gritó: ¡Cómo! ¿Es acaso que no comprendes la gracia real de que eres objeto? ¡Si lo puedo tomar sin pagártelo!
Arnaldo, con inusitado aplomo y profunda serenidad, respondió al jerarca:Sí, señor, pero aún hay Jueces en Berlín...
Los versos Andrieux, que tan magistralmente describen también el episodio de Potsdam, afirman que, en aquel momento la cólera de Federico se disipó, feliz de hallar en Prusia a alguien que creyera en la justicia.
Tiempo después, el hijo del molinero quiso cederle la propiedad al Rey, pero entonces el monarca contestó:Vuestro Molino no es vuestro ni mío, pertenece a la historia. Laurosse, Les fleurs historiques, París, pág. 290.citado por María Graciela Reiriz en Responsabilidad del Estado.
Los versos Andrieux, que tan magistralmente describen también el episodio de Potsdam, afirman que, en aquel momento la cólera de Federico se disipó, feliz de hallar en Prusia a alguien que creyera en la justicia.
Tiempo después, el hijo del molinero quiso cederle la propiedad al Rey, pero entonces el monarca contestó:Vuestro Molino no es vuestro ni mío, pertenece a la historia. Laurosse, Les fleurs historiques, París, pág. 290.citado por María Graciela Reiriz en Responsabilidad del Estado.
Baruch Spinoza creía que Dios sólo existía para los que creían en él fervientemente. Con el derecho y la justicia puede pasar lo mismo.
Frederick II the Great (1712-1786) was king of Prussia (1740-1786).
Un poco de historia
En la primera mitad del siglo XVIII existía un molino de viento en Postdam. Al construir Federico el Grande el palacio de Sanssouci, pretendió expropiar el molino de viento para agrandar el parque. El molinero se opuso al monarca absolutista, y el molino subsistió. Fue reconstruido en 1790 y nuevamente modificado por L. Hesse en 1847. De imponente fábrica, se alza a la izquierda de la columnata junto a la entrada posterior del castillo. El basamento es de sillería, de planta exagonal, sobre el que se eleva el molino propiamente dicho
Cuenta con un importante observatorio astronómico (Observatorio Astronómico de Potsdam o Astrophysikalisches Institut Potsdam), dedicado al estudio de la actividad solar y astrofísica.
Federico II el Grande (Berlín, 24 de enero de 1712 – Potsdam, 17 de agosto de 1786). Fue rey de Prusia. Perteneciente a la Casa Hohenzollern, era hijo de Federico Guillermo I y Sofía Dorotea de Hannover. Federico II murió sin dejar herederos, ya que su matrimonio era sólo de conveniencia preparado por su padre. Le sucedió su sobrino Federico Guillermo II.
Durante su largo reindo (1740–1786) se convirtió en exponente del despotismo ilustrado, introduciendo algunas reformas inspiradas en esta corriente. Fue el Soberano Gran Comendador, Gran Maestro Universal y Conservador de la Antiquísima y muy respetable sociedad de antiguos Masones o Arquitectos Unidos, o sea Orden Real y Militar del Arte libre del labrar la piedra, o Masonería. El gran desarrollo de la industria prusiana y un fuerte incremento poblacional hacen pasar al país de 2,5 millones de habitantes al comienzo de su gobierno a 6 millones al final
Después de que fracasara en un intento por escapar a Inglaterra, fue condenado a prisión (1730–1732) (privado temporalmente de su categoría de príncipe heredero) y obligado a presenciar la decapitación de su mejor amigo, el teniente Katte.
Después de que fracasara en un intento por escapar a Inglaterra, fue condenado a prisión (1730–1732) (privado temporalmente de su categoría de príncipe heredero) y obligado a presenciar la decapitación de su mejor amigo, el teniente Katte.
En Sanssouci, Federico tenía su corte, mantenida austeramente, donde recibía a Voltaire y Johann Sebastian Bach. Rechazó la cultura alemana, hablaba francés en la corte, era flautista y escribió obras para este instrumento. También fue escritor; uno de sus escritos más relevantes fue Historia de mi tiempo, uno de los mejores trabajos en su género. Escribió versos y ensayos, sus obras fueron publicadas en 30 volúmenes entre 1846 y 1857.
El palacio de Sanssouci, patrimonio de la humanidad.
Outside of Sanssouci, la dama Potsdam
Sanssouci (de la expresión francesa que gnifica: sin preocupación) Es un célebre palacio rococó situado en la ciudad alemana de Potsdam. Su arquitectura es relativamente sobria en comparación con otros palacios europeos y gracias a su cercanía a la ciudad de Berlín es un importante destino turístico.
Federico II el Grande de Prusia y en ella se dieron cita importantes personalidades de las artes y las ciencias de la época como Voltaire y Bach, del que se encuentra incluso un clavecín. En la parte posterior existen bellos jardines coronados por unas ruinas del periodo romano, como era costumbre en esa época.Potsdam (52°24′N, 13°4′E) Es una ciudad alemana, capital del estado federado (Land) de Brandeburgo, ubicada en las inmediaciones de Berlín, junto al río Havel. Es célebre por su palacio de Sanssouci.
Cuenta con un importante observatorio astronómico (Observatorio Astronómico de Potsdam o Astrophysikalisches Institut Potsdam), dedicado al estudio de la actividad solar y astrofísica.