domingo, mayo 25, 2008

El poder político de las empresas constructoras
  • Puede que la reaparición farsesca del cacerolazo anuncie el final de la construcción ilegal de edificios en Ramos Mejía. La amplia movilización de los vecinos colocó al municipio a la defensiva.

El temor al desborde social hizo que la salida de casi toda la cúpula de obras particulares fuera aceptada como inevitable. Pero la reciente apropiación del espacio público por una protesta de arquitectos que solo les importa seguir facturando junto grupos políticamente afines, anuncia que, el tiempo de estar a la defensiva ha finalizado.

Es hora de pensar que sigue después del decreto. ¿La legitimad?

“Matanza avanza” está resultando ser un slogan demasiado “fantasioso” como para convencer incluso a aquellos que pensaron que el “Fernandismo” traía una “nueva política”. Puede que la repetición de la historia como farsa nos esté indicando que habrá que buscar nuevos caminos para llegar a cambios verdaderos.

Nuestros Objetivos:
Creacion de leyes y aplicacion de las que hay para las constructoras que destruyen el Medio Ambiente y forman grupos mafiosos para conseguir sus objetivos, sin importarles arrasar con lo que sea.