La familia Ramos Mexía ¿Qué pensará de nosotros?
El trazado del pueblo
A fin de situarnos en el período histórico del país en que transcurre esta parte de nuestra crónica, digamos que a principios de 1859 presidía la Confederación Argentina el general Justo José de Urquiza, y que en la Provincia de Buenos Aires, como estado independiente aún no incorporado a la Confederación, gobernaba el doctor Adolfo Alsina. En el pago de La Matanza, desde 1857, se desempeñaba una corporación municipal integrada por los vecinos Vicente Silveyra, Hilario Schoo, Joaquín Madariaga y Emilio Villegas.
A fin de situarnos en el período histórico del país en que transcurre esta parte de nuestra crónica, digamos que a principios de 1859 presidía la Confederación Argentina el general Justo José de Urquiza, y que en la Provincia de Buenos Aires, como estado independiente aún no incorporado a la Confederación, gobernaba el doctor Adolfo Alsina. En el pago de La Matanza, desde 1857, se desempeñaba una corporación municipal integrada por los vecinos Vicente Silveyra, Hilario Schoo, Joaquín Madariaga y Emilio Villegas.
Para esa época se originó un litigio entre los municipios de Matanza y de Morón, por la fijación de límites jurisdiccionales, particularmente en las tierras por las que cruzaban las vías férreas, incluyendo la Estación General San Martín (hoy Estación Ramos Mejía). Luego de los dictámenes producidos a principios de 1859 por el Departamento Topográfico de la Provincia de Buenos Aires, el pleito fue resuelto a favor de la Comuna de San Justo, que logró así retener la estación ferroviaria y su zona aledaña.
Hoy los vecinos del lugar podríamos considerar relativa la importancia de este fallo, pensando en qué variaría nuestra situación si en lugar de depender de una municipalidad estuviésemos subordinados a otra. En realidad, la demarcación de límites nos ha dejado una caprichosa línea imaginaria en la zona norte de la ciudad, que separa oficialmente a Ramos Mejía de Villa Sarmiento, a través de la Avenida Gaona y otras calles cercanas. Y es fácil advertir que ambos sectores constituyen un solo núcleo vecinal, con raíces históricas comunes, y que sus habitantes comparten cotidianamente el centro neurálgico que gira alrededor de la plaza, la estación ferroviaria, la iglesia y la avenida Rivadavia, con su enorme movimiento comercial.
Por lo tanto, y esto sí tiene relevancia, nos parece que la comunidad de Villa Sarmiento, hasta la zona del Colegio Ward inclusive, debe considerarse con legítimo orgullo parte integrante de la ciudad de Ramos Mejía, sin perjuicio de que continúe vigente la dibujada demarcación actual, a los fines del pago de las tasas municipales, de los expedientes y sus sellos, de los trámites y su burocracia.*
*Nota extraida de Aquel Ramos Mejía de Antaño por Eduardo Gimenez
Estudiando la historia y ya que después de 15 años no nos dejaron independizarnos como un municipio propio, podríamos evaluar seriamente la posibilidad de ver como pertenecer al Municipio de Morón, ya que no somos escuchados ni atendidos, generamos más del 60% de los ingresos del municipio y ni siquiera nos dan una migaja arreglando un pozo o un semáforo, como dice mi compañera de lucha Marta Ferreri. Nunca una ordenanza y menos ilegal, por prelación puede violar tantas leyes como la 13492 que se encuentra en hoy en juicio. 20 años de aplicación de ordenanzas para la construcción denunciadas por ilegitimidad por no haber sido convalidadas en el Poder Ejecutivo Provincial, habla de que nunca les importamos.
Miguel Presa
Aquel Ramos Mejía de Antaño
http://www.magicaweb.com/ramosmejia/04.htm
http://www.magicaweb.com/ramosmejia/04.htm