martes, agosto 07, 2012

¿AZÚCAR O SACARINA?

El tema del día municipal fue un intendente espiado, reflejo del bello clima político en la Provincia, en otro de sus giros...


Espinoza. Cola de paja

05.08.12. El intendente se puso pálido. Había atendido su celular y lo que le hicieron escuchar fue un buen tramo de la conversación que, apenas un rato antes, había mantenido a solas con un ex ministro al que visitó en sus oficinas de la Capital. 

En esa charla de hace diez días, los dos habían coincidido en criticar determinados modos y decisiones de la Presidenta, confiando en que lo que hablaban no iba a salir de allí . 

Según le contó a un allegado -que es la fuente de esta historia- el intendente llamó de inmediato a su anfitrión para contarle lo que acababa de ocurrir. El ex ministro, acostumbrado a navegar aguas peligrosas, le explicó que habían usado su propio celular para espiarlo a distancia, grabando la conversación. Le contó que cada tanto él hace “limpiar” su oficina para rastrear micrófonos, cámaras o dispositivos que puedan tomar registros que prefiere mantener a resguardo. Y le dijo que jamás lleva su teléfono celular funcionando cuando participa de una reunión reservada. 

La pinchadura telefónica y la intimidación política que le siguió, haciéndole escuchar al intendente parte de su conversación con el ex ministro, pintan a trazo grueso cierto bello clima que está instalándose en la provincia de Buenos Aires. Todo empezó con la guerra declarada por la Presidenta y sus emisarios contra Daniel Scioli, en la pretensión de tirarlo a la banquina sacándolo de la carrera presidencial para 2015. 

Para que se entienda mejor: el intendente espiado comanda una comuna poderosa y de fuerte peso simbólico en la Provincia. Es un dirigente que viene jugando un difícil equilibrio entre su pretensión de autonomía, con ambición de entrar en carrera por la gobernación, y la conveniencia de mantener lazos activos, antes con Kirchner, ahora con Cristina, porque no termina de percibir en Scioli la decisión irrevocable de plantarse y dar pelea. 

El ex ministro que lo visitó es un peronista indudable, muy notorio, que pasó por más de un gobierno y conoce a fondo la gestión nacional y provincial en áreas sensibles. Fue desde el principio un acompañante de las políticas del kirchnerismo, aunque ahora parece virar hacia una postura más distante y crítica. 

Por razones obvias, los nombres de los protagonistas de estos hechos se mantendrán en reserva. Si estas cosas pasan con las conversaciones, es fácil fantasear con otras intrusiones en la vida pública y privada de quienes están bajo sospecha política. Las artimañas de quienes buscan escapar al control de esos sabuesos podrían llenar un anecdotario amplio. 

Sucede que la decisión del cristinismo es mantener calladito y en fila al peronismo bonaerense . El torniquete financiero que le aplicaron a Scioli, obligándolo a demorar el pago del aguinaldo a medio millón de empleados públicos, fue apenas una muestra. 

La actividad corrosiva del vicegobernador Gabriel Mariotto, en todo caso, es actividad de superficie. Como la tarea del ministro Julio De Vido endulzando a intendentes oficialistas de toda la provincia, pidiéndoles que definan qué obras públicas podrían hacerse en sus municipios. La alegría de los jefes comunales duró hasta que cayeron en cuenta que si habrá obras no será ahora sino el año próximo, cuando se acerque la fecha electoral. Es gente que de promesas ya tiene los oídos llenos

El cristinismo se inquieta porque ya detectó canales de comunicación entre la dirigencia territorial peronista. Con la chequera generosa de la Casa Rosada se intenta implantar la figura de Alicia Kirchner en la provincia y se lograron avances. Pero las imágenes más fuertes siguen siendo las del intendente Sergio Massa y Scioli. Mucha gente revolotea alrededor de ellos dos tratando de establecer vínculos y armar equipos. Es un juego de cartas tapadas, con pretensión de secreto. 

Los que hablaron en estos días con Scioli lo encontraron concentrado en dos temas: asegurarse el dinero que necesitará para que en diciembre Cristina no le haga bailar otra vez la milonga del aguinaldo y definir una estrategia para su lanzamiento nacional

Aseguran que, desde que se convenció que es la Presidenta en persona la que quiere descabezarlo, Scioli habla más con un consultor de opinión pública y con un publicista, que con sus ministros. En vista de lo aquí contado, sería recomendable que en esas conversaciones tengan sus celulares desconectados.

Clarin

Espinoza pide la reelección de Cristina

06.08.12. Llamativamente el intendente de La Matanza sorprendió al mundo político con una enfática declaración. Fue en un encuentro con militantes peronistas en Ciudad Evita. (Ver nota en esta página) Esto dijo:

 ¿REELECCIÓN DE CRISTINA?

“Todos los dirigentes tenemos la obligación de interpretar a nuestros pueblos y el pueblo de La Matanza va a trabajar incondicionalmente y vamos a ser la primera línea de fuego para hacer lo que sea necesario para que nuestra gran compañera Cristina Fernández de Kirchner vuelva a ser elegida como presidenta de la Nación en el próximo período”, auguró. 

Finalmente Fernando Espinoza sostuvo con énfasis que “si bien hoy deberíamos estar hablando sólo de gestión, como nos modificaron la agenda, no nos queda otra cosa que trabajar fuertemente para las legislativas del año que viene”, dijo  

Y finalizó: “Después será la propia Presidenta, única conductora de nuestro Partido, la que decida qué quiere hacer y qué lugar pretende ocupar a partir de 2015”. 

 La jornada culminó con los inevitables pedidos de fotos al lado del intendente de numerosos militantes, no sólo de esa localidad, y la participación de variados números musicales.