sábado, diciembre 17, 2011

En La Matanza, pensar distinto es pecado...

La era "Malano" llegó de la mano de la censura. Mónica Farhi -una de las damnificadas- le respondió duramente desde tres65.com

Image and video hosting by TinyPic


Soy pecadora.

La actividad periodística en La Matanza quiere ser administrada por un puñado de personas a las sombras. Sí, estoy convencida que las últimas decisiones exceden a los funcionarios responsables de la administración municipal.

Uno, como profesional INDEPENDIENTE puede elegir, todavía, la forma de seguir adelante con su tarea; pero en este Distrito, es un PECADO no ser obsecuente. Mucho más cuando durante muchos años no se depende de la magra pauta oficial.

Esta periodista, optó por diversas actividades, y en lo que hace a la cobertura de la campaña electoral, hizo tareas de difusión a VARIOS candidatos, fuera del oficialismo.

Como fue rutina por casi 20 años, llegaban las gacetillas de convocatoria a diversas actividades proselitistas del Sr. Intendente. Por cuestiones de ética profesional (algo poco conocido en el distrito), esta periodista NO asistió a ninguno. Esto provocó que algún funcionario o legislador se comunicara para consultar el por qué de estas ausencias, a lo que contesté: “…no corresponde mi presencia… estoy haciendo prensa a la oposición…”. Hasta ahí parecía entendible, y las respuestas eran de sorpresa porque parecían NO estar acostumbrados a estas conductas éticas.

El 23 de Octubre, casi 24; ante el arrollador triunfo en las urnas del oficialismo local, todo era una fiesta; llegué a la plaza de San Justo a esperar por la conferencia de prensa del Intendente reelecto. Fue así que la prensa afín subió al escenario de la victoria, y yo esperé a un costado; saludando a los militantes amigos (porque todavía los tengo) por el resultado.

Finalizado el festejo de Fernando Espinoza con su gente, pude acercarme a felicitarlo a lo que contestó, como suele hacerlo, devolviendo la gentileza porque según sus dichos “el triunfo es de todos en La Matanza”. Fue un encuentro calido y afectuoso, pero por sobre todas las cosas de mucho respeto; eso creí. Aparentemente, sólo en mi fantasía fue así.

Para los actos protocolares de asunción de autoridades, me encontré con la sorpresa de exclusiones… Fue así que en el acto de jura de los nuevos concejales; llegó como es de rutina, la convocatoria de prensa para asistir al acto. Pero alguna “mano negra” quiso bloquear el acceso al recinto de esta periodista. En ese momento le erraron a la excusa, porque tenemos la antigüedad que “exigían” para “merecer” el acceso.

Ahora fueron por más. Porque para la jura del Intendente me excluyeron de la lista de correos electrónicos… Ya ni siquiera llegó la gacetilla informativa de rigor; y esta vez entraban con invitación (…) a la cobertura.

Paso a explicarles que todas y cada una de las publicaciones y/o coberturas fueron hechas, siempre en forma gratuita; sólo por la responsabilidad que creo tener en cuanto al manejo de la información.

Creo que los actos de Gobierno deben ser informados, obviamente, tengo la LIBERTAD de elegir, cual público y cual no. Aunque esta libertad, traté de usarla con criterio y destacar las que consideré relevantes.

Me manejé de la misma manera en todos los medios en que desarrollé mi profesión. El último acuerdo de pauta publicitaria lo tuve en el 2003, cuando me instalé en un medio radial nacional, con el spot oficial del Municipio, suministrado por el área de prensa: NUNCA LO COBRÉ. De allí, nunca más.

Otro contacto, con los “responsables” de prensa fue para escuchar “…ahora que estamos nosotros, te vamos a dar una mano (…)…” a lo que contesté que yo NO necesitaba “una mano”, que era una contraprestación de servicios… Así me retiré del despacho del “amigo solidario”

Hace exactamente un año, el humilde portal de noticias, con el que desarrollo la actividad que amo, en forma INDEPENDIENTE; con toda la subjetividad natural y la objetividad profesional adquirida; con un grupo de colaboradores, hizo un cierre de año, con la entrega de un material grafico. En esa oportunidad me acerqué a la oficina de prensa a manifestar que este material iba a tener una distribución fuera de los límites del Distrito, que no podía faltar el balance institucional. Fue así, que comprometiéndome a ningún reclamo económico, publiqué el institucional. TODO GRATIS y por responsabilidad profesional.

Ahora bien, esta independencia me da la oportunidad de ser coherente con el accionar que tuve a lo largo de mi vida, el mismo que usé en la educación de mis hijos: el respeto. Lo que sí, debo manifestar que no es recíproco.

A lo largo de la campaña electoral fueron muchos de los actores políticos que utilizaron recursos de “penosa” envergadura; sin embargo ellos hoy están cerca del poder: que lamentable. Son periodistas, son dirigentes, son oportunistas. Pero cuento con la suficiente memoria como para enumerar las “barbaridades” que llegan a decir por un puñado de monedas: a favor y en contra. Tan grave el que con obsecuencia, alaba la gestión; como el que arremete con herramientas de ataque personal.

Nunca quise estar cerca del poder, sólo trabajar y que se respete mi espacio de trabajo.
A los colegas les digo que no es necesario que operen a favor de mi NO participación. Conozco muy bien a quienes golpean las puertas de los despachos para “contar” de mis actividades. No hace falta, ya que NUNCA oculté las tareas que desarrollaba.

Lamentable el papel que hicieron a la hora de disfrutar el tacharme de una lista. Son los mismos que operaron a la hora de cuestionarme por la compra de un auto…o por algún viaje realizado. El mismo auto que atacaron hace un año (las muestras están a la vista, porque no pude arreglarlo aún). Ese auto que no se compra haciendo periodismo (sic), como sugirió algún colega. Sin entrar en detalles de las llamadas amenazantes que recibí a mi celular, efectuadas por una de las personas premiadas últimamente. Que pena me da tener que mostrar educación ante la hipocresía.

Basta de catarsis. Sí, esta nota está hecha para la coyuntura. Correo interno, como solemos decir. A “Doña Rosa” no le interesa de estos manejos mediocres.

Ahora bien, no imaginan lo sabroso que es, saberse en la mesa (o escritorio) de algunos. Por que, no cabe duda que los hice ocuparse de mí. La agresión también requiere de un desgaste de energía. También gastaron energía en simular.

Seguiré insistiendo. Sigo siendo la misma: la que defiende que el que piensa distinto NO es enemigo. Como erróneamente se le adjudica a Voltaire, yo también mantendré bien alta la consigna y aunque “No comparto lo que dices, defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo”.

Buen año para todos!!! Incluyéndome (aunque me excluyan)

GRACIAS.