En el colegio nos enseñaban que “la sociedad colonial era una sociedad con muchas desigualdades… ¿Por qué?
“Yo soy el negrito Tino
que siempre pasa por acá
vendiendo escobas y plumeros
y nadie me quiere comprar”.
Por aquellos tiempos no había almacenes ni mercados. Los vendedores iban por las calles y las plazas. Y, para que la gente supiera lo que vendían, inventaban unos simpáticos anuncios rimados, y los decían en voz muy alta. A estos anuncios se los conoce como pregones…
Pero como
Por las calles de San Justo podemos encontrar a
Por las calles de Rafael Castillo, podemos encontrar al lechero, que también anda por las plazas, como en aquel siglo, pero ahora vende leche en polvo y fortificada en Hierro, Zinc, Vitamina C y libre de gluten! (extraída en secreto del Programa Materno Infantil de
¿Y por Ramos Mejía? En la ex perla del oeste, usted puede encontrar todos los rubros posibles, o se lo inventan, previo pago de regalias... Hoy les presentamos a Tino, el vendedor de escobas y plumeros…
Castelli y Avellaneda, Ramos Mejía
Pero 200 años después, hay más similitudes con aquel día, más allá de la tormenta que cae sobre Buenos Aires…
Hacia 1.810, España estaba en guerra con Francia. Los franceses hicieron prisionero al rey de España. Entonces, los criollos de estas tierras del Río de
Como el virrey mandaba en estas tierras en nombre del rey, los criollos fundamentaban su decisión de tomar el poder, afirmando que: “si el rey está preso, el virrey ya no puede gobernar en su nombre”.
Luego de varias reuniones secretas y de sostener discusiones con los españoles, en mayo de 1810, los criollos exigieron la renuncia del virrey…
Aquí y ahora, es igual. Desde el plano institucional, ante el retiro forzado de la política de Alberto Balestrini, la conducción del PJ matancero recayó en Espinoza, que no tiene el apoyo unánime del peronismo local… “si el rey ya no está, el virrey ya no puede gobernar en su nombre”.
Los intendentes del conurbano se juntaron en Berisso y están negociando en secreto con Francisco de Narváez. Ellos esperan, ansiosos, el momento oportuno para decir adiós a los K...
Se sabe que la algarabía kirchnerista por las encuestas se respalda en cifras módicas. Es cierto que los Kirchner y su gobierno subieron un poco en la consideración pública. Pasaron del 20 por ciento de aceptación al 30 por ciento, en cifras redondas, en los últimos tres meses. Pero el último respingo fue más ligero que los anteriores, apenas un 2 por ciento.
Aclaremos, ningún líder de ningún gobierno del mundo estaría contento con ese raquitismo político. Sea como sea, la historia sigue mal y encima parece repetirse…