lunes, octubre 19, 2009

Nuestro ADN


Hablar de Ramos Mejía es evocar las casas quintas, paisaje habitual de todo aquel que llegaba a nuestra localidad…




Acerquémonos al relato "Tlön, Uqbar, Orbis Tertius", y sorprendámonos cuando Borges dice: "Debo a la conjunción de un espejo y de una enciclopedia el descubrimiento de Uqbar. El espejo inquietaba el fondo de un corredor en una quinta de la calle Gaona, en Ramos Mejía...".

¿Será casual que Borges cite la quinta en la avenida Gaona, de Ramos Mejía, o responderá al legítimo propósito de crear en nosotros el clima mágico conveniente para abordar la narración?
Situemonos en el tiempo e imaginemos la galería umbrosa de un caserón, antecedida por la parra cóncava y a su alrededor la ilusión de un bosque, con sus casuarinas, acacias y eucaliptus, que le dan a toda la zona el típico paisaje vegetal ¿O prefiere en vez de imaginar, ver los palomares que nos pusieron y las torres descolocadas por su ventana?
La Matanza avanza...