jueves, julio 23, 2009

Siguen cayéndose elementos de la construcción del edificio en la calle Vicente López

Nancy Devoto, vecina de la calle Vicente López de Ramos Mejía, quien padece como muchos otros frentistas los perjuicios de la construcción de un edificio de altura que limita con su domicilio, contó con la emisión radial de NCO, “Desde la Redacción”, que ayer volvió a ser sorprendida por elementos que cayeron desde la edificación hacia su jardín.
“Iba a apagar la estufa del quincho, me iba cuidando por el viento que había, de pronto cayeron unos palos impresionantes y quedé impactada. Se suponía que estaban las defensas hechas y no iba a caer nada, y una vez más digo que estoy viviendo en mi casa con peligro de vida y absolutamente nadie hace nada”, relató la mujer.
La vecina recordó que a causa de los padecimientos que tiene en su casa con la edificación lindera, “hasta tuvimos una reunión con Patricia Ochoa, la fiscal general de La Matanza, con todas las denuncias penales que se hicieron”.
Dicha construcción de la calle Vicente López estaba detenida por una orden judicial, pero, de acuerdo contó Nancy “hace un mes y medio se determinó que se habían cumplido con todas las normas de seguridad, igualmente me seguía cayendo cemento arriba del auto que lo tengo lleno de manchas”. “Vivimos en un estado de indefensión”, manifestó en nombre de todos los demás vecinos que están en su misma situación.
Las maderas que ayer cayeron en el patio de su casa “eran muy grandes, dieron primero contra una pared, se rompieron y cayeron por todos lados con clavos”, precisó y advirtió que “ahora estoy esperando para hacer un acta de constatación porque sino estos señores les dicen a la jueza que yo saco las maderas de los contenedores que nunca existieron y las pongo”.
Según mencionó Devoto, a la torre en construcción le falta todavía cuatro pisos más para quedar terminada, y ya llevan hechos 16, por lo que va a tener prácticamente 70 metros de altura. “Es una mole que no permite que haya un rayo de sol”, denunció.
Además, convive con otros problemas como tener “los techos rotos de todo lo que me cae y como estoy esperando un peritaje no los puedo arreglar; ayer (por el martes) se llovía adentro de mi casa”. También contó que “las puertas no cierran bien” y que no puede invitar a los amigos de sus hijos “porque si esa madera se les hubiera caído en la cabeza qué les digo a los padres”.Como si esto fuera poco, su propiedad, según calcula, con la construcción contigua, su propiedad queda devaluada en un 60 %.
“Más allá de lo que signifique la obra, los perjuicios económicos y psíquicos que podamos tener de todo este padecimiento, encima tenemos riesgo de vida y es como que nadie lo puede llegar a entender”, finalizó.
Diario NCO