martes, junio 03, 2008

Carta a los vecinos
  • Las últimas noticias publicadas y las soluciones que no aparecen son el tema principal de los e-mail que nos llega. Hoy escribe Adriana.
Estoy harta, muy harta de la corrupción, denuncia Adriana A.

Soy una vecina de Ramos Mejía, harta de dejar de cumplir mis obligaciones en mi familia, en el estudio y en el trabajo porque tengo que cumplir funciones que no me corresponden. Por ejemplo estar en situaciones de queja por todas estas demandas que no se cumplen.

Estoy harta, muy harta de la corrupción que impera en el Municipio de La Matanza y de que realmente no están gobernando para los ciudadanos que contribuimos a alimentar esta lacra con nuestros impuestos y decir que ellos son una especie de kakocracia ¿si? Son ladrones.

En fin, todo depende de nosotros, que empecemos a tener conciencia cívica, conciencia de poder reclamar lo que por derecho nos corresponde, vivir en paz y poder seguir nuestros caminos como ciudadanos, pero evidentemente no lo podemos hacer.
De aquí en adelante hay que tener fuerza para ir formando una poliarquía horizontal.
Adriana A.

“kakistocracia”, creado por el filósofo García Venturini para nombrar el “gobierno de los peores”, por oposición a la “aristocracia”, que en su acepción griega primitiva significaba gramatical y a veces políticamente “gobierno de los mejores”.
La propia historia de Grecia muestra que allí mandaron muchos y no siempre los mejores, o sea, como en todas partes. Dada la incomparable aportación helénica a la civilización, podemos convenir en una cierta “kalocracia” o “gobierno de los buenos”, pero no más allá.
El mejor era Sócrates y le hicieron tomar la cicuta ciertos “kakistócratas” colectivistas y despilfarradores. Porque Sócrates era un enemigo decidido del déficit, como lo prueba su última voluntad de pagar a Esculapio el gallo que le debía. Y ese ejemplo lo llevaron muy mal los demagogos, tradicionales devotos del gasto público.