Con el guante en la cara, el Tano se vio obligado a restaurar su honor y le respondió al Negro. RMT tuvo acceso a la carta, y te la mostramos...
Negro, compadre, la co... (censurado por el administrador).-
Leí tu carta en un medio local antes de que llegara a mis manos, la sufrí y no puedo evitar responder a tus sutiles palabras.
Lejos de no hacerme cargo de mis errores vengo reivindicando al Partido que nos dejó ser y que durante tantos años nos viene bancando autos, aguinaldos y vacaciones. No puedo ocultar entonces tus afelatios verbales hacia el De Narváez que yo no banqué.
Como tampoco puedo ocultar que armaste una lista interna en el Partido creyendo que podíamos contra los amigos seguidores de Silvia, a pesar de sus relaciones históricas con el poder.
En definitiva fue un acto eleccionario más, una nueva derrota a las que tan acostumbrados estamos, pero una cosa es perder con dignidad y otra muy distinta, haciéndole el juego a los peronchos. Terminaré pensando que te equivocaste de ideología, o que en lugar de tu foto en el DNI llevás el signo $.
Sos tan incoherente que te abrazas con Alderete y De Narváez al mismo tiempo. Y todavía se acuerdan los muchachos los asados que organizabas para el Turco Samid.
En el 2011 te salió todo mal, empezaste con Cobos, amagaste con Saenz y te subiste desperado a último momento con Ricardito y encima, te soplaron la caravana previa a las PASO. Igual no tenés problema, ya que volvés como telefonista en el 2013 al ser planta permanente del Congreso.
Luego llegó lo de Kari y fue la gota que colmó el vaso. Me mancaste económicamente, y te diría hoy que casi hacés peligrar nuestra clásica escapada de verano a San Bernardo, como si supieras que el Cóndor puso en venta la casa.
Mientras te escribo esta carta de puño y letra, acá en el Congreso (hoy vine porque si sigo así me rajan), pienso en aquellos días de recorrida por los locales, esos que yo alquilaba porque vos no querías sacar un mango para abrir nuevos.
No me gusta que digas que anduve en los oídos del turco, pasa que es turco hermano, y vos anduviste en sus bolsillos, eso se paga.
Encima el veterano tiene buena memoria. El otro día me lo encontré en el Tokio, no por casualidad porque casi diría que vive ahí, y empezó a hablarme de proyectos de estacionamiento medido, presupuesto municipal, el contrato para los que levantan la basura, y yo pensé que me planteaba nuevos proyectos para presentar desde el bloque, pero no.
Andás haciendo todo mal negro, en tu oficina está el periodista devenido en capitán político que se cree estratega, y yo no puedo soportar eso después de tantos años de militancia, de tantos años de angustias repetidas.
Ayer leí tus declaraciones sobre la nueva reina del Concejo Deliberante. Te imaginé con el pelo teñido de rubio y me dije a mi mismo: “sería como un taxi con la bandera levantada”. Parecés en subasta hermano. Pero entiendo tu necesidad, ya que vos votaste a favor de la tarifaria del año pasado. Todo aumentó.
¿La hombría a la que te referís es cambiar la palabra dada por la mano alzada? Entre esas miles de razones que juntaste para votar el estacionamiento medido en Ramos Mejía no vas a encontrar ninguna que haga doblegar a un autoconvocado, ni poniéndola una arriba de la otra.
Te vi brindando con el intendente, posando para la foto como el año pasado. ¿Con qué necesidad Manu?. Si te viese Raúl… creo que hasta él empezaría a cantar para “que se vayan todos”
Te pareces a Moreau que en sus últimas apariciones públicas en las convenciones radicales fueron para criticar a la actual conducción del partido y reivindicar algunas medidas del Gobierno. Copias a tu mentor, el histórico líder de la UCR que pulula por los pasillos parlamentarios, donde el heterogéneo oficialismo requerirá de aliados para sancionar leyes
Amagas a la izquierda y doblas a la derecha, no da señales claras. Hoy el bloque Acuerdo (Con) La Matanza es una conveniencia para sus integrantes, no para los partidos. Sirven los nombramientos.
El que lo tiene que pensar sos vos Negro, el que lo tiene que rever todo sos vos. Yo entiendo que querés aprovechar estos dos años que te quedan de vida para recaudar más que un jefe de calle, pero afloja un poco, te vas a quedar sin nada. Y ese día te estará esperando este narigón, pelado y que no se la juega, como vos dijiste, para darte una mano, y también un empujoncito.
Te saluda con poco cariño, pero con mucha memoria…
El Tano.