miércoles, septiembre 01, 2010

Informe Especial: ¿Por qué son ilegales las construcciones?

El derrumbe de Villa Urquiza, ocurrido hace pocos días, pone sobre el tapete un tema por el cual los vecinos de Ramos Mejía vienen luchando desde hace años. En su último número, el periódico "Para toda la gente" te cuenta la historia de la ilegalidad...

Foto de tapa. Obra ilegal, Vicente López 239

Continúan los reclamos vecinales

El tema de las construcciones en altura parece no tener fin. A pesar de los reclamos, la intervención del ejecutivo municipal, y el Concejo Deliberante loca y la judicialización de algunas torres; el final de esta historia esta muy lejano.

Hace casi seis años, una vecina de Ramos Mejía que habitaba una hermosa casa en Castelli y Avellaneda, recurrió al doctor Bernardo March para que la patrocinara en un juicio por daños y perjuicios contra dos construcciones que había encajonado su hogar quitándole la luz solar y llevando el valor de su vivienda a menos de un tercio de costo real.

A medida que avanzaba la investigación, el abogado descubrió que la ordenanza que permitía la realización de estas construcciones no había sido convalidada por el Poder Ejecutivo Provincial como lo requería la Ley de Ordenamiento Territorial y Uso del Suelo (Ley 8912/77).

Según la norma “las ordenanzas correspondientes a las distintas etapas de los planes de ordenamiento podrán sancionarse una vez que dichas etapas fueren aprobadas por el Poder Ejecutivo, el que tomará intervención, previo dictamen de los Organismos Provinciales competentes”.

Para sorpresa de los vecinos la ordenanza, ni siquiera estaba publicada en el boletín oficial pero, mayor fue el estupor cuando descubrieron que todas las ordenanzas referidas a la construcción de los últimos 20 años no estaban convalidadas en La Plata, (Ordenanza Nº 8670/87; Nº 9963/93, Nº 13492/06, Nº 14899/06 y la Nº 15135/06)

Con la aplicación de estas normativas se construyeron edificios de altura, se modificó el FOT y el FOS, la densidad habitacional, el retiro de fondo, los usos complementarios, provocando todo tipo de desajustes en el planeamiento de la ciudad y su infraestructura sin haber cumplido con los requisitos correspondientes para que estuvieran vigentes.

Con el correr del tiempo, con un grupo de vecinos ya organizado, se plantearon múltiples reclamos en el municipio a través de innumerables expedientes, quejas presentadas en forma verbal y escrita, reclamos y denuncias presentadas ante las fiscalías. A pesar de todo ello, las Ordenanzas
continuaban en "vigencia y aplicadas de hecho pero no de derecho”.

Ante la presión que ejercían los vecinos en los medios de comunicación locales, sumado a la presentación de una demanda por ilegitimidad de normas presentada en el Juzgado Nº 1 de La Matanza, que luego fue girada al Departamento Judicial de Morón, dichas Ordenanzas fueron presentadas en La Plata para su convalidación. Finalmente, en febrero de 2007, el gobernador Felipe Solá firmó el Decreto Nº 214 pero excluyó de aprobación y convalidación, los artículos cuestionados por los vecinos.

La situación urbanística y edilicia en Ramos Mejía era cada vez más caótica. La ciudad iba perdiendo su identidad, las napas freáticas y las cloacas comenzaban a colapsar porque la infraestructura no estaba en condiciones de soportar el incremento edilicio ni poblacional y, los vecinos comenzaban a preguntarse ¿Quién se haría responsable por el daño producido?.

La respuesta es simple y la da la misma reglamentación provincial: “El que produce el daño ambiental es responsable de su restablecimiento al estado anterior o en su defecto la indemnización sustitutiva” y el Art. 6 de la ley 11723 establece la responsabilidad del Estado provincial y municipal al respecto.

El intendente escucha el reclamo vecinal

Cuando los reclamos llegan a la esquina de Urquiza y Espora, un nuevo grupo de vecinos se pone al frente de la lucha y las marchas volvieron a ganar la calle. Con el aumento de la presión vecinal y la presencia de medios nacionales, el intendente Fernando Espinoza
firmó el Decreto 877 que limitaba a altura de las nuevas construcciones a 10 metros; pero esa respuesta no fue suficiente para los frentistas de la calle Urquiza al 300, que denunciaban dos obras ilegales en su cuadra.

Después de la llegada de “Gonzalito” el notero de CQC al distrito y ante una nueva ola de reclamos, en noviembre de 2008 el Concejo Deliberante aprueba una nueva ordenanza para “sanear” la situación existente.

A pesar que los vecinos reclamaban que se hiciera efectivo su derecho de acceder a la información ambiental y de participar en cualquier decisión que genere efectos significativos en el ambiente y especialmente en evaluación de impacto ambiental, nada contestaron al respecto, solo que se iba a sancionar una Ordenanza para rezofinacar la localidad.

Rezonificación particularizada de Ramos Mejía

La ordenanza fue aprobada con el voto negativo de tres concejales, dos ellos integraban de la comisión de obras y Servicios públicos
y conocían la real situación de infraestructura en Ramos Mejía. Dicha normativa reconoce en sus considerandos “la situación crítica y caótica en que se encuentra la ciudad”, y agrega además, que la ciudad de Ramos Mejía, “cuenta con una infraestructura que no ha sido redimensionada en relación al crecimiento registrado y al futuro de sus habitantes”.

Según Miguel Presa, uno de los vecinos autoconvocados de Urquiza y Espora, la ordenanza “no cumple con las necesidades existentes de frenar la edificación de edificios multifamiliares de altura, ni restringió zonas para construirlos, ya que en las zonas señaladas como residenciales y de baja densidad se sigue autorizando la construcción de viviendazas multifamiliares de alturas de 9 y 12 metros. Además, no se dio solución a los vecinos que se movilizaron damnificados por tener una obra ilegal lindera a sus propiedades”.

Por otro lado, los referentes no tardaron en salir a denunciar “que se trataba por lo tanto de una nueva maquinación astuta de nuestros representantes destinada a engañar a los ciudadanos, pues la nueva ordenanza no reparaba los daños ocasionados como establece la ley de suelo e introducía nuevos incumplimientos a los presupuestos mínimos ambientales de gozar de un ambiente sano y equilibrado y el deber que tienen las autoridades de prevenir, de adoptar medidas para evitar el daño”, advirtió Presa.

Una nueva intervención del jefe comunal

Los vecinos nunca detuvieron su lucha y con una nueva visita de CQC al partido, el intendente firmó los primeros cuatro decretos de demolición para las obras ubicadas en las calles Alvarado 333, Vicente López 146, Saavedra 253 y Corrientes 90.

“Queremos preservar nuestro estilo de vida, la vocación de nuestra ciudad de casas bajas, queremos gozar del aire, queremos gozar del sol y el verde, no sufrir ataque a nuestra intimidad por ventanas abiertas en los edificios de altura que tienen vista a nuestros jardines y piscinas, incumpliendo con los art. 2655, 2658, 2659 de Código Civil” reclama Victoria Punter, abogada ramense que se moviliza desde el 2005.

“Así, en nuestra ciudad, padecemos construcciones degradantes para el ambiente, condiciones desfavorables físico- espaciales para la comunidad en materia vivienda, no se preserva el paisaje típico de casa bajas, ni se preservan las construcciones históricas”, aseguró la abogada.

Los damnificados ante la falta de solución a esta “penosa situación de desamparo en se encuentran por la no aplicación de las leyes ambientales” planean acudir a organismos internacionales para poder ejercer sus derechos.

La lucha continúa, y los vecinos reclaman “que se zonifique Ramos Mejía como exclusivamente residencial, de viviendas unifamiliares y de no más de dos pisos, a fin de restablecer y recomponer el ambiente y teniendo en cuenta que históricamente siempre fue una zona de casas bajas, con grandes jardines y hoy de ello no queda prácticamente nada”.

Periódico Para la gente
http://www.la-gente.com.ar/08_10/notas/nota1.htm

RMT aclara

Los profesionales correspondientes a los primeros cuatros decretos de demolición, son: el arquitecto Gustavo Mercader Cabrera por Vicente López 146, el arquitecto Claudio Viviani por Alvarado 333, el arquitecto Antonio Blasi por Saavedra 253 y el MMO Carlos Casemajor por Corrientes 90.