PARCELA EN LA LUNA
Siguen y siguen las construcciones en Ramos Mejía, incumpliendo aún la rezonificación que ningún damnificado pidió. Los servicios de agua y cloacas no dan abasto…
Ramos Mejía 2010Los ramences continúan con las fuerzas intactas en su reclamo para que se finalice de una vez, con la “construcción indiscriminada” en la localidad, motivo por el cual ya anunciaron en “Vecinos en Acción” programa radial de Freeway, nuevas marchas y escarches para los próximos días. Afirmaron que “no van a parar ni a cambiar su postura”.
El crecimiento desordenado y acelerado de la ciudad a través de ordenanzas nunca convalidadas en los últimos 20 años, trajo como consecuencia una maratón de edificaciones en un parcelas donde antiguamente la gente se acercaba para vivir, justamente por ser un atractivo espacio de casas bajas. Lo cierto es que desde hace varios años la realidad se modificó drásticamente y ahora los colindantes demandan penalmente a constructores y al municipio.
“Al aumentar la capacidad de construcciones en la zona sin respetar la Ley de Ordenamiento Territorial y Uso del Suelo, no solo que se está limitando la calidad de vida de los vecinos de ese lugar, sino que se está poniendo en riesgo la provisión de sus servicios de agua, cloacas, corriente eléctrica y gas” señaló la Dr. Victoria Punter.
Los vecinos son arduos opositores al aumento de las edificaciones en una de las zonas más bonitas del distrito. No lo hacen meramente por un capricho si amparados bajo la ley que nadie cumple en La Matanza.
Por un lado, la Ley Nacional Gral del Ambiente y la Ley Provincial Del Medio Ambiente, manifiestan que los habitantes del barrio tienen derecho a elegir la fisonomía del lugar en el que viven y a participar en las modificaciones de su barrio.
Por el otro, las caras más visibles de los autoconvocados verificaron en el PEP que el municipio no cumplió con lo estipulado en la llamada Ley de Suelo, y que los servicios básicos, como agua y cloacas, están colapsados.
Lo cierto es que donde antes vivía cómodamente una familia en una casa, hoy habitan cientos de personas en una torre de departamentos y oficinas. Esto genera, por ejemplo, que cuando llueve las redes cloacales no den abasto y se inunden las calles.
“Quienes vinieron a vivir en a este barrio hace años como yo, lo hicieron porque no había este tipo de problemas. Las calles no se inundaban, los espacios verdes existían y Ramos era un lugar envidiable para muchos. Nadie se imaginaba que esto pudiera pasar, nos quedamos sin sol, sin privacidad y ahora nuestras casas cuestan mucho menos de lo que valían antes. Esto le duele a cualquiera que ama Ramos, como nosotros, y mucho más a los que terminaron de hacer su casa y de repente le pusieron un edificio al lado” nos contaba José, uno de los vecinos más antiguos en el barrio que quieren construirle al lado de su casa.
Porque pasó lo que pasó
Las obras fueron consentidas por una ordenanza que data del 2004 y que ni siquiera fue aprobada por el gobierno de la Provincia de Buenos Aires. La misma viola la Ley de Suelo y el Decreto 214/07 que firmó en su momento el Gobernador Felipe Solá, en pleno juicio entre vecinos y el municipio, le dio la razón a los ramences.
El crecimiento desordenado y acelerado de la ciudad a través de ordenanzas nunca convalidadas en los últimos 20 años, trajo como consecuencia una maratón de edificaciones en un parcelas donde antiguamente la gente se acercaba para vivir, justamente por ser un atractivo espacio de casas bajas. Lo cierto es que desde hace varios años la realidad se modificó drásticamente y ahora los colindantes demandan penalmente a constructores y al municipio.
“Al aumentar la capacidad de construcciones en la zona sin respetar la Ley de Ordenamiento Territorial y Uso del Suelo, no solo que se está limitando la calidad de vida de los vecinos de ese lugar, sino que se está poniendo en riesgo la provisión de sus servicios de agua, cloacas, corriente eléctrica y gas” señaló la Dr. Victoria Punter.
Los vecinos son arduos opositores al aumento de las edificaciones en una de las zonas más bonitas del distrito. No lo hacen meramente por un capricho si amparados bajo la ley que nadie cumple en La Matanza.
Por un lado, la Ley Nacional Gral del Ambiente y la Ley Provincial Del Medio Ambiente, manifiestan que los habitantes del barrio tienen derecho a elegir la fisonomía del lugar en el que viven y a participar en las modificaciones de su barrio.
Por el otro, las caras más visibles de los autoconvocados verificaron en el PEP que el municipio no cumplió con lo estipulado en la llamada Ley de Suelo, y que los servicios básicos, como agua y cloacas, están colapsados.
Lo cierto es que donde antes vivía cómodamente una familia en una casa, hoy habitan cientos de personas en una torre de departamentos y oficinas. Esto genera, por ejemplo, que cuando llueve las redes cloacales no den abasto y se inunden las calles.
“Quienes vinieron a vivir en a este barrio hace años como yo, lo hicieron porque no había este tipo de problemas. Las calles no se inundaban, los espacios verdes existían y Ramos era un lugar envidiable para muchos. Nadie se imaginaba que esto pudiera pasar, nos quedamos sin sol, sin privacidad y ahora nuestras casas cuestan mucho menos de lo que valían antes. Esto le duele a cualquiera que ama Ramos, como nosotros, y mucho más a los que terminaron de hacer su casa y de repente le pusieron un edificio al lado” nos contaba José, uno de los vecinos más antiguos en el barrio que quieren construirle al lado de su casa.
Porque pasó lo que pasó
Las obras fueron consentidas por una ordenanza que data del 2004 y que ni siquiera fue aprobada por el gobierno de la Provincia de Buenos Aires. La misma viola la Ley de Suelo y el Decreto 214/07 que firmó en su momento el Gobernador Felipe Solá, en pleno juicio entre vecinos y el municipio, le dio la razón a los ramences.
“Se rezonificó sin darle participación a los ramences, es una vergüenza. Lo que hicieron fue blanquear las obras denunciadas, en cuatro cuadras tenés cuatro zonas. Esto habla de la falta de sentido y connivencia de los concejales. No hay una planificación seria y los que sufrimos las consecuencias somos los vecinos. Estamos presentando pruebas documentadas de cloacas desbordadas, veredas y garages inundados con excrementos, orina y papel higienico y para colmo nos inundamos con dos gotas porque todo está saturado, a pesar que limpiaron varios sumideros” aclara el Dr. Bernardo March.
“La gente está pidiendo espacios verdes, es decir, más plazas. Las únicas dos que hay no alcanzan y nada de lo que existe cumple con aquella norma que marca que debe haber diez metros cuadrados de tierra por habitante. A nadie le interesa si hay o no plazas, total los que nos sentamos arriba del cemento somos nosotros. Si nos regimos a las reglas, en Ramos faltan una cantidad incalculable de espacios verdes, y nadie hace nada con eso. Tenemos el gran apoyo de la gente y vamos a seguir pidiendo por lo que nos corresponde” contaba Marta Ferreri a los oyentes. “Los vecinos se están sumando cada vez más y eso nos motiva a seguir con nuestro pedido”, finalizó.
Miguel Presa es miembro del Foro de Vecinos de Ramos y también reveló su empatía con la actualidad de la localidad. “A mí me están haciendo un edificio ilegal pegado a mi casa y no me la tengo porque aguantar. ¿De que me sirve, que el HCD reconozca que somos un barrio de casas bajas y me dejen el muerto al lado? Viola mi privacidad y nadie consultó a los frentistas a la hora de empezar a construirlo. Además, ahora que se sabe que la ordenanza era ilegal, nos preguntamos ¿Qué esperan? Nos sentimos ultrajados en nuestros derechos y fuera de todo arbitraje que se dicte sobre nuestro barrio”.