domingo, enero 18, 2009

Sobre llovido, mojado

A partir de febrero, los habitantes de la mayoría de los distritos del Gran Buenos Aires recibirán sus boletas de Alumbrado, Barrido y Limpieza con un importante incremento que se sumará a los aumentos de luz, gas, peajes, transporte público y el inmobiliario provincial. En su mayoría rondará entre el 20 y el 25%.

Escrache a Edenor Ramos Mejía

La explicación oficial es que los insumos aumentaron en general alrededor de un 30%, que se subieron los salarios municipales y también que la recesión supone una baja en la recaudación.

En la populosa La Matanza primero se subirá un 10% la valuación fiscal de las propiedades. Luego, las viviendas con asfalto sufrirán un aumento del 20%.

El gobierno bonaerense anunciará pasado mañana una serie de cambios en el cómputo del impuesto Inmobiliario, que implicará una suba del 12% para la mitad de las viviendas particulares de áreas urbanas y del 20% para los hogares de mayor nivel adquisitivo.

Según adelantó el jefe de los recaudadores bonaerenses e impulsor de la reforma tributaria provincial, Santiago Montoya, habrá un millón y medio de hogares que quedarán eximidos del pago por su condición de pobreza, por estar habitados por jubilados o por ex combatientes de Malvinas.

Los cambios en el Inmobiliario se aplicarán desde la semana próxima y no regirán para los baldíos ni para los campos. Surgen de una reforma que aprobó el año pasado la Legislatura bonaerense pero que recién ahora reglamentó el gobierno de Daniel Scioli.

Montoya, titular de la Agencia de Recaudación (ARBA), aseguró que la suba no será superior al 20% en ningún caso y que los cambios sólo reportarán al fisco un ingreso adicional de 8 millones de pesos, sobre los más de 1.100 millones que se recaudan por mes por ese tributo.

Los aumentos serán para 2,5 millones de hogares. Los más significativos serán para unas 250 mil viviendas. Entre ellas están las de mayor poder adquisitivo pero también las que tienen historia de morosidad o tenían construidos más metros cuadrados que los declarados ante la gobernación.

La idea de Montoya fue introducir el criterio de la “disciplina fiscal” en el cálculo del propio impuesto, para alivianar la carga de quienes pagan. Por eso también habrá unas 90 mil vivendas de familias acomodadas que tampoco pagarán nada este año, al igual que los pobres y ex combatientes. Será un premio a su “buena conducta” en el pago de impuestos.