jueves, agosto 13, 2009

DEPORTES EN EL RECUERDO VIP

Que tal amigos! Esto es: "Deportes en el Reeecuerdo" Hoy, comenzamos con las inmobiliarias. La historia la comienza Turro Ubella.



Corria el Año 2007, los negocios de Turro Ubella se volvían insostenibles y no medios no tenían más opción que ventilarlos. El Municipio queda mal parado y se pone un manto de agua fría sobre el tema. Hoy las...

Vildaña... ¿ Sabés cuál es el colmo de un Martillero Público ?
Molfino: No
Vildaña... Estar loco de remate.

Molfino: ¿ Y vos sabés cuál es el colmo de un Arquitecto ?
Vidaña: No, a ver…
Molfino: ¡Tener mentalidad constructiva!
Mejor vallamos a la nota. Turro Ubella y nuevo escándalo inmobiliario que dará que hablar. Este atento, sacaremos los trapitos al sol de un pasado que no cierra...


Tarraubella y nuevo escándalo inmobiliario por un barrio que no terminó de construirse

Ladrones. La gente escrachó a la inmobiliaria de Eduardo Tarraubella


La obra está en manos de un fideicomiso

La operación para vender los departamentos se inició hace más de una década. El barrio comenzó a construirse en Villa Celina, pero hay compradores que todavía no tienen sus viviendas. La firma ya tuvo denuncias por presuntas estafas en otras zonas de La Matanza.

Por: Claudio Kappeler

Adrián Oscar Zanniello se presenta como un “casi vecino” del barrio Parque Sagrado Corazón de Jesús. Es que así pensaba llamar la empresa inmobiliaria Tarraubella a la zona en la que prometía construir 42 torres, en Celman y Ugarte de la localidad de Villa Celina. Pero hoy, a más de una década de comenzada la operación, los departamentos todavía no fueron entregados.

“Fuimos engañados en nuestra buena fe, primero por el sinvergüenza de Jorge Tarraubella, y ahora por un Fideicomiso liderado por las ineficientes, incapaces y soberbias doctoras Silvia Cantarutti y Dolores Robles”, dice Zanniello sin disimular la bronca que provoca el sueño todavía trunco de la casa propia.

Todo se inició a principios de los ’90, en los esplendores de la era menemista, cuando la empresa Tarraubella dejaba más dudas que certezas en cuanta operación inmobiliaria se realizara en La Matanza.

En aquellos años, la firma promocionaba la construcción del barrio Parque Sagrado Corazón de Jesús, en una edificación que se realizaría en base a torres de tres plantas -posteriormente se llevó a cuatro-, de cuatro departamentos con dos dormitorios cada uno por planta.

Pero hasta el momento sólo se construyeron la mitad de las torres establecidas, 21 terminadas y una sin terminar, de las 42 que aproximadamente deberían construirse.

La historia partida en dos

En marzo de 1993 el juez Federal de San Martín, Carlos Enrique Luft, decretó la intervención del barrio. “Todo quedó a cargo la de doctora Otero, a quien le dieron amplios atributos sobre los activos y derechos de cobros de cuotas a los asociados”, recuerda Adrián Zanniello.

Pero algunos futuros adjudicatarios no sabían de esto y siguieron abonando las cuotas en las oficinas de Tarraubella: “cuando se le preguntaba sobre los rumores de esta situación, él nos decía ‘está todo bien, no le hagan caso, es una corrupta que se quiere quedar con las tierras’”.

“Esto duró por más de un año y medio, es decir que este distinguido señor nos cobró durante este tiempo las cuotas como si nada estuviera pasando”, agrega Zaniello.

Pero las críticas no son sólo para el empresario inmobiliario, la tarea de la interventora también parece dejar sospechas. Otero habría calificado a varios compradores de “idiotas e irresponsables” por no haberse dado cuenta de la presunta estafa, y hasta les dijo que debían agradecer su intervención y ocuparse de seguir pagando. “A partir de ese momento deberíamos pagar a la intervención con unos comprobantes a nombre de la misma”, recuerda el hombre.
A fines de noviembre de 2005 la interventora informó que, en conjunto con el juzgado, se decidió que se forme un Fideicomiso a fin de que se encargue de concluir con la construcción del barrio. Desde entonces, ese sería el marco legal y como fiduciaria se nombró a la doctora Silvia Cantarutti.

“Desde el primer día, el Fideicomiso actuó con la misma soberbia que hasta el momento había actuado la intervención”, dice Zaniello, y remata: “cuando solicitábamos información sobre sus gestiones y o gastos, no solamente no nos informaban, sino también nos amenazaban con desafectarnos del Fideicomiso y de esta manera perder nuestro derecho a acceder a nuestra vivienda”.

Según datos a los que tuvo acceso este diario, en los primeros tres períodos (18 meses) se recaudaron $ 1.563.000 en concepto de aportes, y se gastaron en honorarios más de $ 504.000 (32,23%); además hubo $ 611.350 (39,10%) en “otros gastos”, es decir que entre gastos y honorarios se consumieron $ 1.115.350 (71,33%): de cada $ 100 recaudados, más de $ 70 fueron destinados a sueldos y gastos.

Por otro lado, Zaniello recuerda que los socios abonaron deudas con Aguas Argentinas por más de $ 300 mil pesos que “correspondían a la firma Zetace S.A., anterior dueño de las tierras”, con domicilio en Rivadavia 14.400, de Ramos Mejía, a metros de donde se encuentra la inmobiliaria Tarraubella.

“Lo más triste de todo esto -se lamenta Zaniello- es que ni un sólo peso de este dinero fue a parar a la construcción del barrio”

El tema llegó al Municipio

El primero en tomar contacto con el conflicto fue el presidente del bloque de concejales justicialistas Ricardo Rolleri. Hace un año, el mismo Zaniello se acercó a su oficina y dejó documentación de todos los antecedentes del caso.

Más tarde llegó una reunión con la secretaria del jefe comunal, que derivó a los damnificados al Departamento de Derechos Humanos de la Comuna. El 21 de noviembre del año último, el abogado Mario Díaz -de ese Departamento Municipal- recibió la documentación que días después llegaría a manos del por entonces intendente Alberto Balestrini.

El análisis de Mario Díaz fue contundente: “se advierte el otorgamiento a favor de la fiduciaria de facultades demasiados amplias, honorarios elevados, y eximisión de responsabilidad personal con sus bienes propios, salvo dolo o culpa comprobados”, fue la respuesta del funcionario.

En abril de este año, la reunión fue con la presidenta de la comisión de Infraestructura y Vivienda del Concejo Deliberante, Gladys Torres. Aunque, pese a todas las manos por las que pasó la documentación, todavía no hubo intervención concreta desde la Comuna o el legislativo local.


Diario NCO
http://diarionco.com/blog/index.php/2007/11/01/tarraubella_y_nuevo_escandalo_inmobiliar_1?blog=18